Tiko: "Se ha vuelto un equipo muy peligroso"

ATHLETIC CLUB

Se queda con su etapa con Valverde y la vuelta de semifinales de Copa frente al Betis

Roberto Martínez Rípodas 'Tiko' tenía contrato con el Athletic hasta junio de 2010. Pero una lesión de espalda en la pasada campaña, mientras jugaba cedido en el Eibar, le ha obligado a colgar las botas. Hasta ese momento, el navarro de 33 años completó una hoja de servicios como león en la que figuran nueve temporadas, con 230 partidos y 26 goles. En 2001 nació el 'tikotazo', un misil marca de la casa del centrocampista, y llegó a ser internacional en una ocasión, ante Holanda. Ahora se prepara para ser entrenador, aunque no quiere sentarse en un banquillo de inmediato. Con tiempo. Sobre los de Caparrós subraya que se han elevado su nivel.

Tiko participó en aquella victoria (1-2) en Riazor en mayo de 2006 con la que se certificó la salvación del Athletic. “Después de tanta tensión nos quedamos...”, recuerda de manera escueta. Muy distinto al duelo europeo que se vivirá este sábado. “El Athletic llega bastante mejor y me alegro”, destaca el navarro, que realiza su particular análisis sobre el conjunto rojiblanco. “No sólo es defender, sino que Gurpegi, Orbaiz, Javi Martínez y Yeste dan un equilibrio muy potente. Fran ha asumido un papel muy importante gracias a ese compromiso. El más defensivo, Gurpegi, también te da sus cosas. Les hacen ocasiones puntuales. Se ha vuelto un equipo muy peligroso, está donde se merece, peleando por Europa”, opina. “La gente ha dado el nivel, el equipo se ha vuelto muy competitivo”, añade.

El que fuera centrocampista rojiblanco también ofrece algunos apuntes sobre el próximo rival, el ex equipo de Caparrós. “No tiene estrellas, pero sí un juego colectivo que le está dando sus frutos. No tiene la agresividad de Athletic, que es más duro y pesado, pero ellos mediante su juego tienen llegada y están en zona europea”, indica.

Conoce de primera mano a Lotina. Momento del flash back. Estuvo cuatro semanas con el de Meñaka en Osasuna antes de venir cedido a Bilbao. “Me gustó su método de trabajo. Trabajaba bien el aspecto defensivo, hasta dónde llegaba la zona de uno, la de otro... Eran entrenamientos muy físicos, duros. Se le veía con las ideas claras y muy competitivo. Y fue claro conmigo, me dijo que para mi posición contaba con otros jugadores que él había llevado, que si me quedaba fenomenal, pero que iba a tener pocas opciones”, rememora Tiko.

Y en ese punto hay que ahondar con el rebobinado de imágenes. Porque fue cuando empezó todo para él en el Athletic. Amistoso en El Sadar ante un Osasuna en Segunda, 12 de agosto de 1999. Al acabar el choque el medio se encontró a solas con Lotina en el vestuario, que fue quien le esbozó la opción de recalar en Bilbao. Después, entraron Arrate y Luis Fernández y le confirmaron que se convertiría en león. “Y al día siguiente ya estaba en San Mamés con la vacas sagradas, Alkorta, Ríos, Lasa...”, evoca, admitiendo que ese día se sintió “impresionado”. De casta le venía al medio, sobrino de otro ex rojiblanco, Patxi Rípodas.

Y ese instante de cerrar su balance en rojo y blanco se le presenta la hora de elegir. Una etapa. “Con la de Txingu (Valverde), fue la que más disfrutabas de todo, del día a día, del equipo, de los partidos... Era un juego dinámico, con muchos goles, con remontadas... Con Heynckes los años también fueron intensos”, selecciona.

También hay un partido especial. Y es curioso porque el Athletic hincó la rodilla, pero todo lo que rodeó aquella noche la cautivó. Algo fantástico. “Fue el de la vuelta de semifinales de Copa contra el Betis en San Mamés. Fue mágico. No hubo goles, fue todo perfecto menos los penaltis. Pero ver a toda la gente con ese sentimiento, llorando, tanto dentro como fuera del vestuario... Lo recordaré siempre. Había una unión increíble”, repasa. Quizás ahí empezó a regarse la semilla que acabó siendo la final de Copa del pasado curso ante el Barça. “Lo de Valencia fue espectacular”, lanza.

Otro momento de tensión, que acabóbien, fue el choque con el Cádiz en La Catedral en marzo de 2005, con los leones en plena lucha por su vida en Primera. Tiko lanzó un penalti en el minuto 93 con 0-0. Y lo metió. “Estábamos con uno menos, Julen había metido un gol olímpico y no se lo dieron. Iraola marcó en el penalti, pero mandó repetirlo. Y te preguntas: '¿Qué hay que hacer para meter un gol?' Lo que quieres es tirar el penalti una vez, en la segunda ya te cambia. Decidimos que lo tirase yo, que no me consideraba un experto, había otros especialistas”, relata.

Entre sus goles, rescata “uno con la izquierda ante el Alavés en casa, recuerdo alguno a la Real...”. Hasta creó un fenómeno, el del 'tikotazo', aquellos zambombazos que acababan en gol. Una popularidad mediática que le incomodaba. “Llegó un momento en el que me desbordé, no supe llevarlo. Hablaban de mí y no me veía reflejado. Quería pararlo, no me sentía cómodo con tantas expectativas. No me gustaba aquello, se me hacía raro. Yo me decía 'esto me viene grande'. Me daba vértigo, yo me veía un jugador y una persona normal que disfrutaba con lo que hacía”, explica. Y pone un ejemplo actual para intentar que se le entienda. El joven Canales, del Racing, con apenas dos ratos en Primera. “La bola cada vez es más grande. Ya toda España le conoce. ¿Cómo asimilas ese cambio? No es fácil”, expone.

Aunque esa buena racha con sus goles le llevó hasta un amistoso con la selección española contra Holanda en Rotterdam. Y hasta poder fichar por algún club como el Barça. “En ese equipo había muchos cambios, no es como ahora que se ficha cada año a tres contados. Hubo algunas opciones con varios equipos, pero nunca me planteé salir. Mi primera y única opción era el Athletic. Nunca quise saber nada más. A mi agente le dije que o me quedaba aquí o no seguiría con él”, dice con un toque de humor.

Con Caparrós también empezó bien, como titular. “Los dos primeros contra Osasuna y Barça”, suelta con celeridad antes de echar un último vistazo a esa campaña. “Venía de una lesión, de no tener verano y tuve ese reconocimiento -agradece-. Pero hubo gente que se recuperó y empecé a desaparecer del equipo. Mi decepción fue grande, pero yo también tuve parte de culpa, quizás no tuve la fortaleza que debía. Fue una experiencia buena, pero un año largo y duro. Cuando desapareces pierdes el examen diario, sabes que no vas a participar. No tienes reconocimiento. Nos animábamos entre los que no jugábamos y nos tocaba entrenar el domingo, Muñoz, Murillo, Expósito, Luis Prieto...”, reflexiona con pizcas de humildad y autocrítica.

Con ese mismo tono sincero aborda otra cuestión. La etapa en la que algunos le tachaban de jugador anárquico. “Es que entonces salía para cambiar el ritmo porque al míster no le gustaba el que había. Sales veinte minutos y quieres comprimirlo todo, no tienes esa tranquilidad porque vas a contrarreloj. Pero siempre me he considerado anárquico, cuando peor he estado es cuando pensaba demasiado porque siempre he sentido mucho el fútbol. Muchas veces puedes perder la posición para tener el balón solo, el problema es si hay una pérdida. Si juegas más arriba se nota más, si estás más atrás se disimula algo”, analiza.

A lo largo de su carrera, Tiko demostró ser un jugador honesto. Siempre daba la cara, le saliesen las cosas o no. Algunas tardes le costó escuchar música de viento, pero siempre lo intentó. “Siempre he pensado que es mejor tener una mala tarde y que se vea que haberte escondido. Cada vez hay más gente que no juega para sí mismo y cuando se asume esa responsabilidad se refleja en el campo”, manifiesta. Fiel al guión, sigue con su juego directo y sin trampa. De verdad

Osasuna, una herida que aún está abierta

El navarro ha sido maltratado por su club de origen, Osasuna. El motivo, fichar por el Athletic. Aunque una cosa es la directiva y otra la caseta. “Con los dirigentes no hay relación, pero con los compañeros sí. Es una herida no tener relación con un club que para mí es importante. Lo he mamado de pequeño y lo llevo en el corazón. He estado allí quince años y nadie me lo puede negar. Es una herida para intentar cerrar, pero esa causa todavía está ahí. La verdad es lenta. Tengo la conciencia tranquila. Hice lo correcto. Alguna vez he ido a Tajonar cuando mi hermano jugaba en el Promesas. Ahora está en el Burgos. Está todavía reciente, cuando voy a Pamplona -él vive en Berango- no tengo problemas, aunque alguno te diga algo. En el futuro iré a El Sadar”, argumenta

Vida normal y deporte en un cambio asimilado

Una hernia y una protusión en la espalda llevaron a Tiko a boxes de manera definitiva antes de tiempo. Está bastante recuperado, pero el fútbol ya se acabó. “Estoy bien, hago deporte, corro, ando en bici... Me pongo la exigencia que me permite. Si veo que me molesta paro. Aunque creo que con el balón lo tengo...”. Con el fútbol sala es cuando más molestias nota. Aunque ha asimilado bien que de nuevo es un 'ciudadano de a pie'. “Te duele tener una razón para dejarlo así, mi intención era cumplir el contrato con el Athletic. Ir a Eibar a ayudarle y ayudarme a mí mismo y volver. Pero no fue así. Estoy recuperado, pero tampoco tenía una garantía de más exigencia”, señala. Su espalda ha ido unos años por delante de su carrera. “Había gente que me decía que podía continuar, pero yo no podía dar garantías a un club. Estoy en una nueva etapa, pero lo tomo con tranquilidad. Ahora lo veo de fuera, más frío y con más tranquilidad”, resume sobre su retirada

Pide que se aclare la meta del partido de la tricolor

Tiko disputó tres partidos con la selección vasca y quiere que se recupere, pero aclarando los objetivos que se persigue con ello. “Soy crítico, no con la Federación, sino con el ente que está por encima, con el que organiza. Si se hace es para algo, no sólo para recaudar fondos, hay que dar una seriedad porque el partido lo requiere. Se juega a un ritmo altísimo, te dejas llevar por un gran ambiente tras cinco días de vacaciones. Necesitas una concentración altísima. Y quieres que el objetivo sea serio, si es para recaudar fondos hay que decirlo, no decir que es por la oficialidad y no dar pasos. ¿De dónde tienen que salir las ayudas? A los jugadores nos encanta porque hay un ambiente increíble, pero con condiciones. A nadie le gusta lesionarse en una pachanga, tiene que haber una razón. El nombre de la selección no es la cuestión, se le dio importancia, pero no es eso, es algo más profundo. Veo un sector que quiere dar pasos, no sé si muchos o pocos, para que sea oficial. Yo ya estoy apartado, les toca a otros”, analiza

Gran recuerdo personal de su paso por Eibar

El navarro fue cedido al Eibar para tratar de recuperar sensaciones, fútbol que le permitiese volver al Athletic. En lo deportivo no se cumplió la misión por los problemas de espalda, pero en lo personal vivió una gran experiencia. “Es un recuerdo fenomenal, aunque también malo porque era imposible dar tres vueltas seguidas al campo. Pero convivir en el día a día con esa gente que no tiene tantos recursos económicos fue una gozada. Además un día entrenábamos en Eibar, otro en Bergara y otro en Mutriku, me parecía divertido, no había esa rutina. En el Athletic sin querer eres noticia, pero allí tiene que ser algo fuera de lo deportivo”, comenta, agradecido a ese trato cercano y constante con los pocos empleados del club armero. O con las cocineras y el reparto de tareas por grupos en el comedor

Cursos de entrenador junto a Urzaiz y Ferreira

El navarro no se ha apartado del fútbol. Prepara un futuro en los banquillos. Se está sacando el carnet de entrenador junto a otros ex leones como Urzaiz o Ferreira. “Nos dieron la opción haciendo un curso en Madrid. Eso me motivó mucho, es bonito. Es ordenar todo lo que sabes”, comenta. Son series de tres y cuatro semanas en la capital estatal y después tienen que completar sus horas de prácticas en sus lugares de residencia bajo la tutela de un técnico de nivel 1 que les tiene que firmar los 'comprobantes'. Ahora trabajan junto a otro león ilustre, Endika Guarrotxena. Aunque su idea no es ponerse el chándal de inmediato. “Quiero desconectar, coger aire y volver con todas las ganas cuando llegue el momento”, aclara. Le gustaría empezar con chavales que tampoco sean muy pequeños

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...