Godall: "Estos siete años se nos han hecho muy cortos"

FC BARCELONA

Alfons Godall, el más íntimo amigo de Joan Laporta, se perfila como candidato continuista (o continuador, según le gusta decir) en las próximas elecciones, aunque se resiste a hacerlo oficial. Tal vez sea una estrategia y tal vez no, pero tiene claro que, bajo su punto de vista, lo mejor para el club es que perviva el modelo de gestión actual. También es consciente de que una sola lista surgida de la actual junta tendría más opciones de ganar, pero Godall y el grupo que le da apoyo pone condiciones: no se trata de contentar a todos, sino de establecer un proyecto.

¿Será candidato a la presidencia?

Estamos trabajando en una candidatura desde hace mucho tiempo. Todavía no tenemos decidido quién la encabezará, yo soy uno de ellos, pero tenemos una reunión y dentro de muy poco –dos o tres semanas– presentaremos nuestro proyecto.

¿Cuando dice “presentaremos” se refiere a toda la junta o a parte de ella?

Un numeroso grupo, porque Jaume Ferrer ya mostró su intención de presentarse. Es legítimo y respetable, pero desde mi punto de vista su opción no es la continuidad porque representa un grupo minoritario de la junta. Está por ver si recibe el apoyo del actual presidente. Sin querer polemizar, creo que nuestro grupo tendrá más experiencia y conocimiento del proyecto.

¿Le hace ilusión y se ve preparado para ser presidente?

Para todos los que somos barcelonistas por transmisión familiar y no hemos tenido el don para jugar a fútbol ser presidente del Barça es una ilusión muy grande. Sin embargo, la ilusión es una condición necesaria pero no suficiente. También hay que tener un buen programa, capacidad de liderazgo, recursos económicos...

Defina su proyecto.

Apostaremos por un modelo deportivo de éxito, que funciona desde hace unos años y que pensamos que es heredero del 'Dream Team', por juego y por la presencia de canteranos. Desde el punto de vista económico, vemos clarísimas oportunidades de incrementar el presupuesto. Con seis años de mandato por delante, el objetivo es alcanzar los 1.000 millones de presupuesto.

¿Cómo se explica que con tantos éxitos deportivos la actual junta no pueda generar una sola lista?

Yo tengo una interpretación muy sencilla. Insisto, Jaume y sus allegados tienen todo el derecho a presentarse, pero creo que la experiencia es un valor. Gobernar el Barça no es fácil, los estatutos dicen que debe haber entre 14 y 21 directivos y si en diciembre de 2003 determinado sector de la junta hubiera tenido mayoría Rijkaard habría sido destituido contra la voluntad del presidente. Las juntas no pueden ser un 'puzzle', sino que debe haber un grupo homogéneo que dé respaldo suficiente al presidente para tener capacidad de maniobra en momentos difíciles. Un presidente no puede ser prisionero de su propia junta, necesita libertad para mandar. Por eso no podemos aceptar la imposición de determinadas cuotas de números de vicepresidentes y vocales que respondan a condiciones inaceptables.

Se deduce que ya lo han hablado con Jaume Ferrer.

Sí, pero no nos hemos puesto de acuerdo. A nosotros nos gustaría una sola candidatura, pero insisto que si las condiciones comprometen la posibilidad de tener un grupo homogéneo y que el candidato tenga una amplia y cómoda mayoría, pues adelante, 'Visca el Barça' y que cada uno se presente por su lado.

¿Cómo se entiende que con tanto título el favorito sea externo?

Me imagino que hablan de Sandro Rosell, pero no comparto que sea favorito. No hemos hecho estudios demoscópicos y hasta ahora en el imaginario azulgrana no había más opciones. Habrá que ver cómo responde el socio a medida que vaya conociendo nuevas alternativas. Sinceramente, creo que si hay alguna candidatura favorita será aquella que se haga desde la experiencia de un muy buen funcionamiento. Venir a cambiar aquello que ya funciona y ha funcionado y hacerlo desde el rencor no creo que sea la mejor alternativa ni la más conveniente.

El eje de su programa será dar continuidad a lo hecho, claro.

Continuar e ir más allá. Estos siete años se nos han hecho muy cortos, sinceramente. Entre que tomas posesión y conoces la casa... estos siete años se han acabado. El fruto de la cantera y el estilo de juego en el fútbol, el acierto con el basket, el gran trabajo con el balonmano, el hockey y el fútbol sala. Pero además hay oportunidades futuras en derechos de televisión, en patrimonio... nosotros queremos que el Barça vaya a mil, y cuando digo esto es que queremos alcanzar los 1.000 millones de presupuesto en seis años.

¿En qué se diferenciará del modelo de Laporta?

Sobre todo en la persona que lo encabezará y en el estilo. Ni el presidente ni la junta tienen que ser tan intervencionistas, sino que deben supervisar el trabajo de los ejecutivos. Y obviamente la forma de representar el club, porque somos personas diferentes y tenemos formas de actuar diferentes.

Ha repetido varias veces que quieren 'Un Barça a mil'. ¿Es ese su slogan?

No. Tenemos pensados varios, pero es cierto que podría ser un buen lema.

¿Qué ha quedado en el tintero tras estos siete años?

La estabilidad institucional y social. Hemos sufrido una excesiva inestabilidad, producto de 22 años más un apéndice de tres de hacer las cosas de determinada manera, por lo que costó aceptar el cambio. Por ejemplo, no pudimos acabar el primer mandato con normalidad. Queremos más concordia social e institucional.

¿No cree que ustedes también han contribuido a esa inestabilidad?

Estoy de acuerdo. Entre unos y otros, los que empezamos, los que se han ido en diferentes momentos e incluso los que se han incorporado más tarde, lo tendríamos que haber hecho mejor y lo queremos hacer mejor.

¿Laporta será clave en estas elecciones y en el futuro del club?

Yo estoy convencido de que hará el papel que le corresponde y será un presidente saliente que arbitrará con justicia y equidad este proceso electoral. Pienso que podría hacer muy bien ese papel de embajador, mejor que él no lo encontraremos, pero no lo hemos hablado con él.

¿El Barça puede convertirse algún día en sociedad anónima?

Creo que sería perder un valor diferencial magnífico. En determinadas épocas se creía que competir contra clubs que sí son SA e incluso algunos que concursan en Bolsa en el extranjero era un handicap, pero se ha demostrado que no es así. Esta singularidad nos añade libertad y valor. ¿Cuántos aficionados de la Premier darían cualquier cosa por recuperar la condición de socios? Lo darían todo. La viabilidad económica de un club no depende de su estructura jurídica.

¿Es imprescindible recalificar el Mini para modernizar el Camp Nou?

Se tienen que hacer unas obras de gran magnitud y de gran importe económico. Por tanto, bien sea con el proyecto Foster o con uno más económico, sin vender difícilmente se podrá pagar una reforma de esta magnitud. No sólo es un nuevo Camp Nou, sino también el Palau, que se ha quedado completamente obsoleto.

¿Ha insinuado que es posible un proyecto más modesto?

Sí. Tenemos la impresión que el asunto con el Ayuntamiento se está alargando más de la cuenta y que sus exigencias empiezan a ser abusivas. Ante este panorama, lo que tenemos que pensar es si la recalificación que estamos estudiando dará para poder pagar una reforma de los términos que estamos hablando.

¿El Barça corre un riesgo alto al no tener avalado el contrato de TV?

No, porque hay unas cláusulas en el contrato por las que podríamos recuperar los derechos casi de una forma inmediata. Los derechos de televisión del Barçavalen mucho más de lo que recibimos y, además, cada año cobramos el 40% por anticipado. Por otro lado, el Madrid lo tiene avalado, pero es el club el que corre con los gastos del aval y eso es mucho dinero. En realidad, es como si cobrase dos o tres millones menos.

¿Mantendrá las cuotas de los abonados si es presidente?

Las iremos actualizando según el IPC y si éste es negativo, los abonos también se revisarán a la baja.

¿Tiene la sensación de que las peñas están satisfechas?

Es un tema que me toca directamente. Hay más peñas que nunca y tienen más servicios que nunca. Tenemos la sensación de que se ha avanzado y mucho, pero como sucede con los socios, aún tenemos que avanzar mucho más.

Hablemos ya de la parcela deportiva. ¿Cuándo cree que Guardiola debe decidir su futuro?

Yo lo tengo clarísimo. Soy partidario de darle toda la tranquilidad para que pueda hacer su trabajo sin presión y sin estar pendiente de su renovación. Creo que es fundamental que por encima de todo trabaje a gusto. Cuando sea el momento, hablaremos con él para ofrecerle las condiciones de trabajo, las que sean y las que a él le parezcan bien para poder dar continuidad a su excelente gestión al frente del Barça, sea como entrenador o sea con otras responsabilidades.

¿Usted en qué papel lo ve?

Yo lo veo como él crea que puede ser más productivo para el Barça.

¿Si pidiera plenos poderos los tendría?

Sí, pero yo soy partidario del modelo y éste, en principio, pasa por mantener la coexistencia del secretario técnico y el entrenador, y por tanto, podría hacer de una cosa u otra.

Pero usted es partidario de mantener a Txiki. ¿O no?

Hasta final de mandato es nuestro secretario técnico. Dentro de las tandas de conversaciones, también hay que saber qué le gustaría a Txiki hacer en el futuro.

¿Algo de suerte también ha intervenido en los seis títulos?

La verdad es que ninguno de nosotros habríamos imaginado poder ganarlos todos, pero la confianza en Guardiola era total desde el primer día porque lo habíamos visto en el filial.

Si llega a ser presidente, ¿a qué jugador le gustaría fichar?

Hombre, hay un jugador que a todos nos haría mucha ilusión que volviera a casa. Me estoy refiriendo a Cesc. Es un jugador que está hecho por y para el Barça, aunque hablo como aficionado.

Parece que hay unanimidad en su contratación entre los futuros candidatos. ¿Será clave?

Yo he hablado a título personal, pero serán los técnicos quien lo decidan. Puedo decir que habrá dinero para los fichajes que nos pidan, si bien entiendo que con la plantilla que hay tampoco habrá muchos retoques

El uno x uno de Godall

Joan Laporta: Un gran presidente.

Sandro Rosell: Un posible candidato.

Xavier Sala i Martín: Un excelente economista.

Jaume Ferrer: Un buen compañero de junta.

Joan Oliver: Un buen director general.

Agustí Benedito: No lo veo de candidato.

Johan Cruyff: Uno de los grandes personajes de la historia del Barça.

Josep Lluís Núñez: Un buen presidente.

Ferran Soriano: Un excelente directivo.

Josep Guardiola: Como jugador fue muy bueno; como entrenador, un genio.

Ronaldinho: Recuperó la sonrisa del Barça.

Frank Rijkaard: El entrenador del doblete.

Alfons Godall: Un culé ilusionado.

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