Aquel 1-1 en el Heliodoro: media Liga en el bolsillo

Tablas en la penúltima jornada de la 95-96, punto refrendado contra el 'Alba' en el Calderón

18 de mayo de 1996. El Atlético de Madrid se presentó en el Heliodoro Rodríguez López en la penúltima jornada de la campaña 95-96. Los hombres de Radomir Antic -que en fechas anteriores ya habían conquistado la Copa contra el Barcelona- llegaban con cuatro puntos de ventaja sobre el Valencia y un triunfo le daba el título matemático de Liga. Sin embargo, los jugadores colchoneros, con el cansancio en las piernas de une temporada muy larga (22 equipos componían la Primera división) y con escasas variaciones en el equipo, llegaban con la gasolina justa a Tenerife. La justa para empatar el partido y permitir sacar dos puntos de ventaja al equipo ché en la última jornada del campeonato, ventaja que fue refrendada por el triunfo contra el Albacete en el Vicente Calderón. El broche de oro para el histórico Doblete del equipo madrileño.

En aquel encuentro, Radomir Antic dispuso sobre el terreno de juego el once que todos los seguidores se sabían, y se saben, de memoria. Pero las fuerzas eran las justas y fue el equipo isleño el que llevó la iniciativa del encuentro. Y en ese Tenerife jugaba Carlos Aguilera, un atlético de cuna y vocación que cambió de aires justo en el peor momento, cuando el Atleti consiguió el mayor hito deportivo de su historia. En la primera mitad, los jugadores de Juup Heynckes fueron superiores y gozaron de diversas ocasiones de gol. Y una de ellas, en las botas de Aguilera: se marchó solo contra la portería de Molina, pero su disparo lo cruzó en exceso. Un error que levantó suspicacias, puesto que ya estaba asumido el regreso del 'Niño' al Atlético de Madrid, como ocurrió unas semanas después. Pero sería injusto culpar a Carlos del empate conseguido por el Atleti en Tenerife: hasta ocho ocasiones clarísimas tuvieron los tinerfeños, pero sólo pudieron aprovechar una. Lo mismo que el Atlético, que tiró de manual para equilibrar un partido que dejaba en bandeja la consecución del Doblete. Milinko Pantic, quién iba a ser si no, botóun saque de esquina y César Gómez, en pugna con Leo Biagini, anotó en propia puerta un tanto que valía media Liga. López Nieto, el buen colegiado malagueño, señaló el final del encuentro y el equipo colchonero regresó de Tenerife con media liga en el bolsillo.

Y el domingo, el Atleti voverá al Heliodoro con una pretensiones bien distintas. Las de conseguir tres puntos que alivien algo la negativa situación por la que atraviesa el equipo. Necesita ganar

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