Volvió la pareja de arriba, el gol y la victoria al filial

SEGUNDA B - GRUPO 2

Los rojiblancos sentenciaron con tres goles en media hora. Acabaron quintos, pero a tres puntos del líder

El Atlético de Madrid B volvió a vencer, tras dos partidos en los que había bajado el pistón y sólo había obtenido un punto. Dos partidos en los que los colchoneros no lograron perforar la meta contraria. Ayer volvió la pareja más habitual de atacantes formada por Molino e Ibrahim y volvieron los colchoneros a ver puerta. Otra de las notas positivas que deja el partido fue el debut de Gallegos. El uruguayo se está aclimatando al fútbol español y era el único que quedaba en la plantilla por jugar unos minutos. Además Keko y Cedric no jugaron por las rotaciones de Rivas y el equipo no lo notó. Tras esta victoria los colchoneros se colocan quintos, pero a tres puntos de los líderes, el Guadalajara y el Uni.

El Puertollano se presentó en Majadahonda con un equipo plagado de futbolistas formados en las categorías inferiores rojiblancas: Valdés, Casabella y Brenes, a los que habría que unir al ausente Raúl Medina. Los industriales son uno de los gallitos del grupo y lo demostraron en los primeros minutos, cuando Addison falló un gol fácil al pensar que estaba en posición incorrecta. De lo que pudo ser el 0-1 se pasó de inmediato al primer gol local.

Una preciosa y trenzada combinación de varios jugadores atléticos llevó el cuero de una banda a otra y, desde la derecha, Portilla colocaba un preciso centro al corazón del área pequeña, donde emergió la punta de la bota de Molino para batir a un vendido Calleja. Primer remate y primer gol. El tanto hizo daño a los industriales y espoleó a un Atleti B que también acertó a la segunda. Balón de Rubén Pérez a la espalda de la defensa e Ibrahim que la cruza a donde no podía llegar el guardameta manchego.

El intercambio de posiciones de los dos extremos rojiblancos desconcertaba a los laterales industriales, incapaces de frenarles. Así llegó el tercer y, a la postre, definitivo gol justo cuando se cumplía la primera media hora de juego. Perea iniciaba un slalom desde la línea de banda izquierda, combinaba en pared con su compañero Molino en la frontal y batía al desesperado Calleja en el mano a mano. Efectividad plena de los madrileños, que dejaban prácticamente sentenciado el partido con casi una hora por delante.

Tras el descanso se dedicaron a manejar el encuentro, mientras el Puertollano hizo lo que pudo para intentar recortar distancias. Tras esta victoria, Rivas y sus pupilos dejan claro que la derrota de la última jornada es una anécdota

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