El Real Madrid -con Calderón y con Florentino- lleva tres años largos detrás de Cesc Fábregas, y lo seguirá estando hasta que, al final, el capitán del Arsenal acabe firmando por el Barça. Un acuerdo, dicho sea de paso, que pudo firmarse el verano pasado de no mediar los 10 millones de diferencia entre los que 40 pedía el Arsenal y los 30 que ofrecía el Barça.
La cuestión es que, entonces y también ahora, Cesc era y es el objetivo principal de Guardiola... y, al mismo tiempo, el Barça es la prioridad de Fábregas. Es tan evidente el interés mutuo que se da por descartado el acuerdo entre el Barcelona y el jugador. De hecho, durante la gira americana y en posteriores reuiones en BCC, Darren Dein, agente del jugador, y Txiki Begiristain dejaron listo el acuerdo económico que afectaría al jugador. Pero, claro, queda por delante el escollo del Arsenal que, como bien se sabe en Barcelona, es mucho escollo. Recuérdese lo que hubo que pagarle por Overmars, Petit, Hleb y Titi Henry.
Tal vez por esos antecedentes, y probablemente también porque Laporta conocía la predisposición de Cesc para volver al Camp Nou en cuanto le llamasen, el presidente del Barça no soltó los 40 millones que le pedían entonces. Una suma que no diferirá mucho de la que vuelvan a pedirle. Porque Cesc sigue siendo la joya de la corona del Arsenal y, sobre todo, porque el Madrid ha vuelto a meterse en medio... aunque sólo sea para encarecer el producto. Que es lo que acabará pasando.
En este sentido, esta semana se ha sabido que Florentino Pérez, tras convencer a Adidas que tendría que ayudarle a fichar a un emblema de Nike como es Cesc,el Madrid estaría dispuesto a llegar hasta los 50 millones. Una cifra que, sin duda, ablandaría al Arsenal pero no al jugador, que sólo quiere salir de Londres para volver a casa. Aunque eso sí, como mínimo, la estrategia de Florentino, elevará el precio que el Barça acabará pagando por firmar al número 1 en la lista de objetivos de Pep Guardiola.
Por suerte para el Barcelona, Laporta, que querría cerrar la operación antes de abandonar la presidencia, tiene cartas en la mano que antes no tenía. Por ejemplo, el interés del Arsenal -con Van Persie lesionado para rato- en conseguir una opción de compra por Bojan Krikc. En Londres cifran el traspaso en 10 millones de euros. En Barcelona apuntan algo más arriba... a menos que el Arsenal afloje con Cesc.
Y algo parecido puede acabar ocurriendo con Yaya Touré. El marfileño tiene excelente cartel en la Premier y aunque el Barça ha tomado nota de lo feliz que está en el club, no se descarta, ni mucho menos, que su nombre lidere la relación de transferibles. Tiempo al tiempo
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Perrín, Txiki y Sanllehí 'vivirán' en un avión
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