¿Que Ibrahimovic no marcaba en los partidos grandes?

FC BARCELONA

Ibrahimovic destrozó de un zapatazo la leyenda urbana de que fallaba en las citas de máximo nivel y evidenció que ya está recuperado

Llegaba Zlatan Ibrahimovic al clásico envuelto en una nebulosa de dudas. Médicamente estaba apto, como parecía que lo estaba también ante el Inter, pero finalmente Pep Guardiola tampoco le había puesto en el 'once' inicial.

Como ya avanzó MD la pasada semana, sus fuertes molestias en los isquiotibiales del muslo izquierdo habían provocado alarma. Más que nada porque una lesión que se produjo el pasado 7 de noviembre y que debía tenerlo sólo 10 días en el dique seco le había dejado sin jugar ya ante Athletic e Inter y parecía que podía lastrarle también ante el Madrid. Y eso, para un jugador de casi 70 millones, era un drama. A todo eso había que añadir que de Ibra se había ido explicando en ciertos foros filomadridistas y/o pro-Eto'o que al sueco le temblaban las piernas en los partidos grandes. Que sí, que muchos goles contra el Piacenza, el Cremonese y el Siena pero que contra el Milan, el Chelsea y el ManU, nada de nada. Que las veía cuadradas, que se escondía...

Pues nada, ayer, en cinco minutos, Zlatan despejó las dudas sobre su estado físico –vamos, que estaba para jugar– y sobre sus supuestos desajustes intestinales en las grandes citas. No marcar en un gran partido, en el Inter, puede pasar. Que le pregunten a Eto'o sobre su experiencia contra el Barça. Sin acritud.

Pero volvamos a Zlatan. A los cuatro minutos de salir empalmó un zurdazo sin pararla desde la frontal del área pequeña a centro estratosférico del gran Dani Alves y se coló de cabeza en los libros de historia del Barça. Claro, era el gol que se cargaba al Madrid de los 270 'kilos'. Un gol típico de delantero centro rompedor, eso que Zlatan también es pero que a veces no lo parece porque, además de romperla, sabe 'pinchar' la pelota cuando cae del cielo o dar una asistencia de tacón tan inverosímil como eficaz.

El mismo viaje, pero de vuelta, lo vivió Sergio Busquets. El canterano se marcó un partidazo espectacular, hasta que se le cruzaron los cables y la lió tocando un balón con la mano y expulsándose en el peor escenario posible. Hasta ese momento, 'Busi' (21 años) había dado un Master en Dirección y Liderazgo de Grandes Equipos pleno de faltas tácticas, faltas provocadas, coberturas y salida de balón. Pero se le fue la cabeza. Le servirá para mejorar. Pep le ayudará

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