El retorno de Michael Schumacher a la F1 vuelve a estar de actualidad. Mientras el siete veces campeón del Mundo estaba ayer en Las Vegas preparando la más importante carrera internacional de karting con cambio, en Alemania y Gran Bretaña se especuló sobre su retorno en 2010, pese a los varios desmentidos que ya ha dado el piloto.

Pero esta vez el rumor es importante: el regreso no sería con Ferrari –Montezemolo sueña, y sigue haciéndolo, con alinear un tercer coche con Schumacher al volante y presiona para conseguirlo–, sino que el alemán se habría dejado seducir por una oferta de Mercedes.

Schumacher se encontraría así, a la vez, con dos figuras clave en su carrera deportiva. De una parte Mercedes, marca que pagó su formación en F3 y el Mundial de Sports así como alguna carrera de F3000, amén de pagar su salto a la F1 con Jordan –el propio Eddie Jordan, ahora comentarista de la BBC, soltó anoche el rumor–, cuando el equipo británico se quedó de repente sin piloto (Bertrand Gachot fue encarcelado en Londres por una pelea con un taxista) cuatro días antes del GP de Bélgica. De la otra, Ross Brawm, el ingeniero mágico de sus siete coronas.

Muchos aficionados recordarán que cuando se lesionó Felipe Massa, en Ferrari apostaron por el retorno de Michael e incluso le hicieron un test con un coche antiguo y neumáticos de exhibición, camuflado como un acto de marketing. Pero Schumacher desistió debido a las secuelas de su caída en Cartagena el pasado febrero probando una Superbike.

Schumacher desistió precisamente porque su cuello no soportaba el esfuerzo, pero en lugar de resignarse decidió ponerse en manos de su 'fisio' para solucionar su lesión de una vez por todas. Y lo ha conseguido.

El único problema en todo este embrollo podría ser el hecho de que Michael renovó recientemente por tras años su contrato como consultor especial de Ferrari, aunque vinculado únicamente a los modelos de serie o clientes. Curioso: Michael no estuvo en Valencia en las World Finals Ferrari

Robert Kubica, la otra alternativa a Raikkonen

La plaza libre de Brawn –Nico Rosberg tiene la otra– es en estos momentos la más ambicionada del mercado y por tanto objeto de todos los rumores que alimentan los corrillos de la afición en esta época teóricamente de vacaciones para la F1.

Ayer se aseguraba que los managers de Kimi habían estado de visita en Brawn, o Mercedes GP, en un intento de colocar a su piloto si conseguían una oferta lo suficientemente atractiva.

El otro rumor, la posibilidad de que Robert Kubica se desvinculara de Renault (dicen que puede hacerlo si la marca vende el equipo) para ir a Brawn