Enke, depresión crónica

BUNDESLIGA

Quiso mantenerlo en secreto, según su viuda, que dijo que "en el Barça fue feliz estando con los compañeros"

Robert Enke, portero ex azulgrana que el martes se suicidó lanzándose a a la vía del tren, sufría desde 2003 una depresión crónica, tratada desde entonces por el psicoterapeuta Valentin Marksen.

El meta, de 31 años y llamado a ser titular con Alemania en Suráfrica'2010, “no quiso que la opinión pública lo supiera”, según explicó ayer su viuda Teresa en una emotiva rueda de prensa celebrada en Hannover, donde asimismo se celebró una misa con asistencia de la cúpula de la Federación (DFB), el seleccionador Joachim Löw y el capitán Michael Ballack. La DFB, tan en estado de shock como el resto del país y el mundo del fútbol en general, suspendió su amistoso sabatino ante Chile.

“Robert tenía pánico al fracaso. Intenté hacerle ver que el fútbol no lo es todo, pero era su válvula de escape. Incluso en su etapa en el Barcelona -donde no pudo gozar del protagonismo ambicionado- ir a entrenar y poder estar con los compañeros era lo que la mantenía flote”, explicó Teresa.

Marksen indicó que “Robert tuvo altibajos, por la muerte de su hija Lara, la reciente infección bacteriana, etc. Tuvo una recaída hace poco, se quedó sin fuerzas para salir adelante. Queríamos tratarle de forma ambulante o internarle. Pero lo rechazó”.

Teresa Enke agregó que “tenía miedo a quedarse sin fútbol y que le pudieran quitar a nuestra hija adoptiva Leila”. El martes, el futbolista, que consiguió mantener su depresión en secreto, entrenó por la mañana con el Hannover 96, su actual equipo, y por la tarde puso fin se vida. En la carta que encontró la policía pedía perdón y recalcaba que “lo siento, pero aunque me veáis feliz no estoy bien”.

“Quizás hubiéramos tenido que decirlo, porque al final ha salido a la luz”, indicó su viuda.

Entre los incontables testimonios de condolencia figuran los de Beckenbauer (“se ha ido un gran deportista y mejor persona”), Mourinho, técnico suyo en el Benfica (“estoy consternado,recuerdo su simpatía, profesionalidad y empatía social”) o Bonano, amigo suyo (“no doy crédito, era un ser humano extraordinario”).

La canciller Angela Merkel envió una carta personal a Teresa. El entierro será íntimo, pero el Barça está a la espera de saber la fecha del funeral para sumarse

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