Aunque la presencia de Mark Hughes en el Reyno de Navarra con motivo del Osasuna-Barça no está relacionada con el interés azulgrana por Robinho, de acuerdo con la informaciones facilitadas tanto por el Barça como por fuentes del Manchester City, los ejecutivos del club azulgrana todavía no han descartado conseguir la cesión del delantero brasileño en el mercado de invierno mediante una cesión. Saben que es muy difícil, pero la historia no es ni mucho menos un tema cerrado.
Robinho es un objetivo de Guardiola para la banda izquierda desde que el técnico barcelonista asumió la dirección del primer equipo. Sin embargo, era impensable un acercamiento al delantero cuando éste militaba en el Real Madrid. Las cosas cambiaron desde el momento en que Robinho abandonó el club blanco y recaló en el City.
Hay que pasar por caja
El renacido interés del Barça por Robinho se remonta al final de la pasada temporada, cuando el propio entorno del futbolista se dejó querer por el Barça. Robinho especuló con una supuesta cláusula que permitiría al brasileño negociar su traspaso a otro club si el City quedaba fuera de Europa, cláusula que resultó ser inexistente en cuanto el Barça se puso en contacto con el club inglés.
Lo que sí existe es la buena voluntad del Manchester City de negociar un traspaso, siempre que el jugador quiera, pero pasando por caja. El Manchester City no tiene problemas de dinero, sino todo lo contrario, por lo que si traspasa a Robinho será por una cantidad considerable.
La propuesta del Barça para este invierno es una cesión por 3,5 millones de euros más la ficha del jugador, con un acuerdo en el precio de un hipotético fichaje en verano, sobre los 35 millones. La ventaja del Barça es que cuenta con el deseo de Robinho por venir. El brasileño, que lleva cerca de dos meses sin jugar a causa de una lesión y está a punto de reaparecer, presiona a su club. No es una cuestión de precio, ya que los 3,5 millones más la ficha están aceptados, sino de acceder a la cesión.
La actitud de Hughes es comprensiva con el jugador, por lo que en el Barça aún no han descartado que Guardiola pueda contar con un refuerzo para la izquierda que colmaría sus deseos. Hughes, por su parte, estuvo en Pamplona siguiendo al 'rojillo' Azpilicueta.