Si existe un jugador apetecible en el mercado de fichajes de cara a la temporada 2010-2011, su nombre es Cesc Fàbregas. El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, nunca lo ha escondido, hasta el punto de que ha repetido en varias ocasiones que se trata de un futbolista con ADN Barça. Por ello y porque sabe que el centrocampista del Arsenal será el objetivo de todos aquellos que aspiren a ocupar la presidencia de la entidad, una de las últimas cosas que el máximo mandatario azulgrana quiere dejar atadas es el fichaje del de Arenys. De esta manera, mataría dos pájaros de un tiro. Por un lado, reforzaría de forma notable el equipo con un jugador del agrado de Guardiola y que cumple todos los requisitos para retornar al Barça, como son, entre otros, conocer profundamente la casa, desear volver y ser bien acogido en un vestuario en el que ha coincidido con algunos tanto en las categorías inferiores como en la selección española. Por el otro, evitaría que los rivales de la candidatura continuista pudieran utilizarlo como arma electoral.
El caso es que Laporta acometerá el definitivo ataque por el jugador durante el próximo mes de enero. El escollo con el que se encontrará es el mismo que el del pasado verano: Arsène Wenger. El entrenador francés fue quien evitó que Cesc fuera ya azulgrana esta misma temporada, después de que el propio Laporta y Txiki Begiristain cerraran un principio acuerdo con el representante del jugador, Darren Dein, tras la gira norteamericana del Barça, e incluso hubiera buena predisposición de los directivos del Arsenal. Pero el 'no' de Wenger evitó que se finiquitara el tema, pese que Laporta hizo un último intento desesperado antes de que el Arsenal disputara la previa de la Champions ante el Celtic.
El paso del tiempo fortalece cada vez más la posibilidad de que el centrocampista de Arenys regrese al club del que se marchó hace cinco años. El Barça quiere un fichaje de primer nivel y la lista de 'pros' esmuy amplia y muy pocos los 'contras', aunque uno de ellos, el alto coste que podría suponer su contratación, tiene muchísimo peso. El otro, el que algunos no le perdonen que se marchara un día del club tiene rápida solución si el jugador se gana sobre el césped el corazón de los escépticos. El caso es que Cesc tiene el perfil ideal para convertirse en jugador del Barça y en el club se tienen en cuenta las razones. Comenzando por la rápida adaptación a un sistema de juego que le va como anillo al dedo y a un vestuario en el que tiene numerosos amigos, como lo son los internacionales españoles e incluso el crack del equipo, Leo Messi, con quien coincidió en las categorías inferiores. Se valora también la experiencia vivida con Gerard Piqué, quien regresó con ciertas dudas tras su paso irregular por Manchester y Zaragoza y ha acabado triunfando. También pesan las múltiples opciones tácticas que ofrece. Puede actuar en las tres posiciones de la línea medular y tiene un estilo ofensivo que encanta a Guardiola. Además, supone una garantía a largo plazo, ya que sería el sustituto natural de Xavi. Laporta tiene muy claroque no puede irse sin ficharlo