Pese a que el Real Madrid tiene en sus filas al famosísimo y carísimo CR9, las aguas ya bajan turbias en la capital por la derrota ante el Sevilla. En Barcelona, en cambio, la calma 'chicha' es la nota predominante en la actualidad de un líder que, pese a todo, ya piensa en el futuro. Y ese futuro, en clave de fichajes y de mercado, pasa por dos nombres: Cesc y Robinho, los dos grandes objetivos de Guardiola para 2010. Si consigue ficharlos, el FC Barcelona se habrá asegurado su CR10 particular.
En estos momentos, Cesc Fàbregas (22 años) es uno de los grandes objetivos de Joan Laporta, quien desea dejar 'atada' su contratación antes de dejar la presidencia. De hecho, este pasado verano el presidente barcelonista cerró un acuerdo con el representante del futbolista catalán que, evidentemente, estaba supeditado a que el club azulgrana alcanzase un acuerdo con el Arsenal. El Barça insistió muchísimo en agosto para contratar a Cesc pero Arsène Wenger no dio su brazo a torcer. Los intentos del FC Barcelona se intensificaron pocos días antes de que el Arsenal afrontase, el pasado 18 de agosto, el partido de ida de la previa de la Champions que los 'gunners' disputaron ante el Celtic de Glasgow. MD ya avanzó que el mismo día del encuentro, en que el Arsenal se impuso claramente por 0-2, el Barça también había alcanzado un principio de acuerdo con los 'gunners' de cara al fichaje de Cesc en 2010. Wenger sabe que el gran sueño del catalán es volver al club de su vida y es consciente de que, tras su negativa del pasado verano, no puede volver a negarle a Fàbregas lo que más quiere. Esa situación se agravaría si, como en años precedentes, el Arsenal vuelve a acabar la temporada sin títulos.
Lo mejor del caso para Cesc es que si Laporta lo quiere, lo mismo sucede con Sandro Rosell, el aspirante a la presidencia del FC Barcelona que parece mejor posicionado a día de hoy de cara a las elecciones de 2010. Rosell tiene muy 'controlado' a Cesc y su entorno, al tiempo que conoce perfectamente a los rectores del Arsenal.
Lo mismo sucede con Robinho (25 años). A Pep Guardiola le encanta para la banda izquierda y este verano el Barça ya intentó ficharlo. El City no accedió al traspaso, pero ahora el brasileño no cuenta para su entrenador, Marc Hughes, Pep volverá a la carga en diciembre o sino el próximo verano y Robinho está loco por venir y jugar al lado de Messi. También en este caso, Rosell conoce perfectamente al crack, concretamente de su etapa en Nike junto a la selección de Brasil. El CR10 del Barça puede ser la bomba