No la toques otra vez, Hugo

El 'Manito' vuelve al Camp Nou, escenario de su más famoso acomodamiento

Hoy, en el banquillo visitante del Camp Nou se sentará un viejo conocido de la afición barcelonista. Un delantero centro de leyenda que pudo haber hecho historia vestido de azulgrana y que acabó haciéndola como madridista junto a la 'Quinta del Buitre'. Hugo Sánchez, el 'Manito', aquel 'nueve' mexicano que se hartó de celebrar goles para el Real Madrid, entrena hoy al Almería y llega al Camp Nou con una fijación: seguir haciendo méritos para, en un futuro no lejano, acabar en el banquillo del Bernabéu. Un objetivo final que Sánchez nunca ha ocultado desde que en diciembre de 2008 fichó por el Almería.

Lo que son las cosas. Hugo Sánchez acabó convirtiéndose en uno de los 'enemigos públicos' del barcelonismo cuando pudo ser uno de sus grandes ídolos. En verano de 1984, cuando el Barça estaba a punto de vender a Maradona al Nápoles, empezó a sonar con fuerza el nombre de Hugo para sustituirlo. El mexicano se había hecho un nombre en el Atlético de Madrid a fuerza de meter goles y el Barça lo tuvo casi fichado. “Si el Barça me ficha haré olvidar a Maradona”, llegó a decir en la prensa. Sin embargo, la llegada de Venables al Camp Nou dio al traste con la operación. Y es que Terry apenas sabía quién era Hugo y prefirió que Josep Lluís Núñez le fichase a un 'nueve' al que conocía muy bien de la liga inglesa: Steve Archibald.

La jugada, a corto plazo, pareció salirle bien al Barça porque el equipo de Venables, liderado por Bernd Schuster, arrasó en la Liga 84-85. Quizás por eso, en el verano de 1985, el Madrid decidió fichar al 'Pichichi' de aquel campeonato, que no era otro que el crack del Atleti, Hugo Sánchez.

Con él de delantero 'matador', el Real conquistó cinco Ligas consecutivas ante el desespero de un Barça que quedó muy 'tocado' en 1986 por la debacle de la final de Sevilla ante el Steaua de Bucarest. Además, para más 'inri', Hugo ganó otros cuatro 'Pichichis' como jugador blanco en las temporadas 85-86 (22 goles), 86-87 (34), 87-88 (29) y 89-90 (38 goles).

En 1990, Sánchez ya era una de las 'bestias negras' del barcelonismo, pero lo que sucedió en la ida de la Supercopa de España en el Camp Nou ya le hizo quedar definitivamente marcado entre los culés. En aquel partido, el recién fichado Stoichkov perdió los nervios y pisó al árbitro, Urízar Azpitarte, después de que le expulsara. Cruyff también vio la tarjeta roja y al final el Madrid ganó 0-1 con gol de Míchel. Al final, la afición dedicó una sonora bronca al trío arbitral y a los jugadores blancos. Uno de ellos, Hugo, echó gasolina al fuego acomodándose desacomplejadamente los genitales con gestos ostensibles en dirección a la tribuna del Camp Nou. Los culés se encendieron y hasta el presidente Núñez exclamó en la Llotja: “¿Habéis visto dónde se ha puesto las manos Hugo?”. “No me toqué nada ni quise ofender a nadie”, dijo Sánchez tras el partido. Aún así, aquel gesto llenó páginas de diario y minutos de televisión durante varios días.

Una provocación que, un año después, se le volvió en contra. Cruyff buscaba un 'nueve' con el que reforzar su Dream Team y alguien pensó en Hugo, que estaba lesionado y a punto de cerrar su etapa en el Real Madrid. Incluso llegó a declarar el mexicano que “a la afición del Barcelona me la gano con cuatro goles”. Se equivocaba totalmente. Fue precisamente el clamor de los culés contra el mexicano lo que abortó por segunda vez su fichaje por el Barça

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