En el Real Madrid neogaláctico existen jugadores de primera y de segunda categoría. La cúpula merengue ha medido con diferente rasero los malos gestos de Cristiano Ronaldo y Esteban Granero en el encuentro del sábado ante el Tenerife en el Bernabéu. Mientras el crack portugués no recibirá sanción disciplinaria alguna por el desplante a su técnico, Manuel Pellegrini, el canterano ha recibido un fuerte tirón de orejas del club por su espantada en el Bernabéu.
El club, en cambio, ni recriminará a Cristiano por su desplante a Pellegrini. A CR9 no le sentó nada bien su sustitución frente al Tenerife. El atacante se negó a aceptar la mano tendida de su entrenador tras ser relevado en el minuto 79 por Mahamadou Diarra.
Esta situación ya se dio el 20 de septiembre contra el Xerez, cuando Cristiano también fue sustituido en el minuto 79 por Van Nistelrooy. Al luso no le hizo ninguna gracia que el chileno le reemplazara estando en vena goleadora.
El enfado de Cristiano no tiene importancia. Yo veo lo mejor para el equipo y el partido estaba sentenciado. No hay ningún problema. De esta manera justificó Pellegrini el cambio del portugués al final del partido, aunque el entorno del técnico chileno revela su malestar con la actitud de un Cristiano que no acepta cambios.
El 'Pichichi' obsesiona al luso
El portugués, que ha sido titular en todos los encuentros oficiales del Real (salvo contra el Espanyol debido a las rotaciones) está luchando con Messi, Ibrahimovic y Villa por el 'Pichichi' y considera que su entrenador le está perjudicando no dejándole terminar los partidos. Cristiano se marchó de vacío ante el Tenerife y rompió su racha goleadora en la Liga, donde había marcado cinco goles en las cuatro primeras jornadas.
Si la postura de los dirigentes merengues con los desplantes de Cristiano es la de mirar hacia otro lado, con el canterano Esteban Granero sí se atreven a llamarle la atención. Así lo hizo ayer el director general del Madrid, Jorge Valdano, que le dio un tirón de orejas.
El 'Pirata', que había sido sustituido al descanso por Kaká, abandonó muy enfadado el Bernabéu cuando el colegiado aún no había decretado el final del partido. Un gesto que no ha gustado a la cúpula madridista, pero que tampoco conllevará sanción alguna.
Granero, que había actuado como interior ante el Tenerife, fue castigado con la ducha, lo que le sentó fatal. La presión empieza a poder con el ex del Getafe, consciente de que si no lleva a cabo una buena temporada en su regreso al Real será traspasado a final de curso sin ningún miramiento
Ramos se fue en el descanso para ir a los toros
Granero no es el único jugador del Real que en los últimos tiempos se ha marchado del Bernabéu antes de que el árbitro pitara el final. La pasada temporada, Sergio Ramos ya la lió. En un partido contra el Valladolid, que éste no pudo jugar por sanción, el sevillano abandonó el coliseo madridista en el descanso para ir a ver un encierro en Las Ventas, donde toreaba su amigo Alejandro Talavante. Dos días después, el defensa andaluz fue obligado a comparecer en rueda de prensa para pedir perdón a sus “aficionados, compañeros y el club”, y agregó que “asumiría ser sancionado”. No hubo multa