El conejo de la chistera nervionense de la presente temporada ya tiene nombre propio: Diego Perotti (Moreno, Argentina, 1988). Otra apuesta 'made in Monchi'. Otro de aquellos futbolistas que podían quedarse en el camino por 'motivos técnicos' pero que a la postre acaban haciéndose un hueco entre los grandes.

Fichado por la secretaría técnica sevillista con sólo 18 años, militaba en el Deportivo Morón, de la Segunda División argentina, donde ya empezaba a destacar. El club andaluz pagó 200.000 euros por su traspaso para incorporarlo al filial. Tras temporada y media en el segundo equipo, Manolo Jiménez, que ya lo había tenido a sus órdenes, decidió darle la oportunidad al máximo nivel subiéndolo al primer equipo en el mercado invernal, aprovechando que Chevantón pasó a tener ficha de comunitario. La apuesta le salió bien. Tanto que Perotti marcó el gol que dio la tercera plaza y la clasificación directa para la Champions League, en un partido contra el Deportivo, el 23 de mayo de 2009.

A punto de decir adiós

Hijo del ex jugador argentino Hugo Osmar 'Mono' Perotti, de ahí proviene su apodo 'El Monito', sus primeros pasos fueron similares a los de otros muchos jóvenes porteños. Reclutado siendo apenas un niño por las categorías inferiores de Boca Juniors, no terminó de explotar. Allí, con 12 años, vivió su peor época, ya que no fue bien tratado ni tenido en cuenta por parte de los técnicos 'xeneizes', que lo rechazaron por 'bajito y flaco'. En esos momentos pensó en dejar el fútbol, pero tras conseguir la carta de libertad se buscó la vida, sin importarle el equipo ni la categoría en la que jugar. Así, acudió a las pruebas de un club de segunda fila llamado Morón, las superó y desde ese instante se volvió a sentir futbolista. Dejó de pasar inadvertido y poco después llegaría su primera convocatoria por la selección Sub-20 albiceleste. Estuvo preseleccionado para disputar el Copa Mundial Sub-20 de 2007, pero finalmente jugadores como Agüero y Zarate le dejaron fuera de la relación definitiva. Fue en 2009, ya siendo jugador del Sevilla, cuando Sergio Batista no dudó en confiar en él y le hizo debutar en la Sub 21.

Una segunda oportunidad

Perotti llegó al Sánchez Pizjuán en verano de 2007, tras desestimar una oferta del Atalanta, justo cuando el Sevilla Atlético había logrado el ascenso a la 'categoría de plata'. Desde el primer día, los preparadores del filial se dieron cuenta de su enorme potencial y decidieron prestarle una atención especial. Había que reeducarle como jugador y, sobre todo, trabajar en esas limitaciones físicas que habían frenado su progresión en Boca. Consciente de la segunda oportunidad que el fútbol le brindaba, aprovechó al máximo cada entrenamiento, cada partido y empezó a convertirse en uno de esos extremos que no destaca por su velocidad pero sí que lo hace por el miedo que genera con sus internadas por la banda.

Progresión imparable

Es un futbolista elegante, plástico, de los que dan la sensación de moverse a cámara lenta y sin ningún tipo de esfuerzo. Polivalente, utiliza su inteligencia para moverse entre líneas, ya que se siente como pez en el agua en la posición de segundo punta. Algo tendrá cuando ha adelantado a Diego Capel y Adriano en este inicio de temporada (lleva dos goles), convirtiéndose en una pieza esencial en los esquemas de Manolo Jiménez.

Diego Perotti va a dar mucho que hablar, sobre todo porque sólo tiene 21 años. El fútbol le ha querido dar una segunda oportunidad. Curtido a base de decepciones en su niñez, promete dar grandes tardes de gloria. Es bueno, 'Monito' y barato. La penúltima 'perla' nervionense. 'Made in Monchi'

Ufjalusi, condenado a pagar 875.000 euros

El defensa del Atlético de Madrid, Tomas Ujfalusi deberáa pagar 875.00 euros, más los intereses legales, al Sevilla, entidad que reclamó contra el futbolista checo por incumplimiento del precontrato firmado en su día con el club andaluz. La titular del juzgado número 2 de lo Social de Sevilla ha considerado acreditadas las pruebas presentadas por el Sevilla para demostrar el incumplimiento del precontrato del jugador, al firmar definitivamente con el Atlético de Madrid el verano de 2008, en lugar de incorporarse a la disciplina del Sevilla FC, tal y como se había comprometido en el documento