Mario Balotelli era un emigrante ghanés hasta que prometió la constitución, con 18 años. Poco importaba que hubiese nacido en Sicilia, o que desde los tres años fuera dado en adopción a un matrimonio de Brescia, los Balotelli. Para el gobierno italiano era ghanés. Batía registros goleadores con el Inter y empezó a entrenar con el primer equipo. Se hizo italiano y jugó con la selección 'azzurra'. Y de él siempre decían: Marca goles pero no tiene cabeza.... El momento más difícil para el joven goleador fue cuando en un Juve-Inter tuvo que soportar gritos racistas. Samu llegó el primer día a la Pinetina, la ciudad deportiva del Inter. Mario aún no había llegado, solía ser el último, algunas veces ni llegaba en buen estado. Cuando asomó su cabeza y esos ojos negros enormes, Eto'o le llamó. Tú y yo tenemos que hablar. Pasaron unos días y Samuel llegó al entrenamiento con una caja fantástica, preciosa, dorada y negra. Se acercó a Balotelli y le dijo: Mira, este reloj es para ti, pero si te portas mal me lo tendrás que devolver. El reloj era idéntico al que regaló a Bolt, una edición limitada de su marca valorada en más de 30.000 euros. Desde entonces, 'Super-Mario' es el primero en llegar ¡hasta a las sesiones de video!
Una anécdota, no pasa de esto, pero da el tono de cómo vive Samuel Eto'o en Milán. Conocía la historia de Mario, su talento y un problema que él consideraba común. Decidió ejercer de capitán. Desde que llegó al Inter le han hecho sentirse un líder, el número uno, el referente para todos.
Te divertirás en el Inter
Primero fue Mourinho. Siempre le ha ido de cara. Le contó que el equipo jugaría para él, que se divertiría, que seguiría ganando, que ganaría aún más. Eto'o se siente bien en este rol, es lo que siempre buscó en el Barça, pero el Barça tenía la sonrisa de Ronaldinho primero, después el embrujo de Messi Samuel responde con entusiasmo casi juvenil. Llega a los entrenamientos el primero, trabajacomo pocos, se exprime dando ejemplo, se comunica con unos en francés, con otros en español. En italiano lo intenta, pone acento a lo Raffaella Carrà.
Massimo Moratti está enamorado de Samuel. El presidente suele enamorarse de sus cracks pero es que Samu es especialmente afectivo. Eto'o es el Luisito Suárez que tuvo 'papá Moratti' (Angelo) y que le permitió a aquel Inter ser 'il grande Inter', el equipo que dominaba en Europa. Luisito jugaba con Picchi, un 'fantasista' fallecido hace años. Su hijo, Leo Picchi, trabaja en el Inter, tiene la sonrisa y la misma elegancia que su legendario padre. Eto'o es para Moratti el jugador que ha dado dos Champions al Barça con sus dos providenciales goles, es el jugador que llevará a su Inter a conquistar la primera Champions League.
Moratti está además encantado con la labor altruista de Eto'o y han programado unir esfuerzos con sus respectivas fundaciones, la del Inter y la de Eto'o. La labor del Inter en países como Sierra Leona es impresionante. A través del fútbol logran reinsertar a los 'niños de la guerra', pequeños muchos de ellos mutilados. La esposa del presidente, Milly, se ocupa personalmente de algunos de los proyectos realmente ejemplares.
Sigue visitando pisos, le ayuda el hijo de Giovanni Branchini, el manager de fútbol. Lo busca en la ciudad, un piso grande, donde pueda vivir con su familia. Quiere sentir la ciudad, identificarse con lo mejor de una urbe que vibra con la moda y con el fútbol.
El jefe de seguridad del mundial de boxeo se escapa para hacerle a Eto'o de chófer. Es de la Puglia, hombre rudo, fuerte, impasible. Le hace de chófer por placer, porque es interista y le encanta llevar en su lujoso automóvil al líder de su equipo. Por fin, Samuel