Una persona conocedora al detalle de Rafa Nadal pedía en la sala de jugadores del Open USA una tregua para el tenista. Tiene un pequeño problema y otra vez lío. No es para tanto, va a jugar contra Monfils dando lo máximo y ya está. Está cansado de que a cada minuto le estén preguntando si le duele algo. Ha dejado atrás lo de las rodillas y ahora lo que quiere es jugar a tenis en paz.
Pero difícil que no salten las alarmas cuando una figura de primer orden internacional como el manacorí solicita asistencia médica contra Nico Almagro conociéndose que sufre molestias en los abdominales desde hace unas semanas. Sé que todos quieren hablar de la lesión, pero yo no quiero hablar de lesiones, atajó Nadal a a la primera pregunta de los medios. He dicho que no quiero hablar de lesiones. Lo siento, estoy un poco cansado de hablar de lesiones, insistió ante la insistencia de los interlocutores.
Hay un interrogante sobre el rendimiento que pueda ofrecer esta madrugada (03.00 horas) contra el frnacés Gael Monfils en partido de octavos. Más aún cuando Nadal no ejercitó el saque en el entrenamiento de ayer. No lo hemos hecho por recomendación del médico, especifica Toni Nadal.
Yo me siento feliz de estar como estoy y, tranquilos, saltaré a la pista. Y en condiciones, apunta Rafa intentando distraer la atención sobre los dolores en la zona abdominal que repercuten negativamente sobre su saque.
Toni Nadal no pierde la sonrisa. Hoy no hemos sacado, mañana (por el encuentro frente a Monfils) seguro que lo hacemos. El técnico, temas físicos aparte, invita a su pupilo a hacer lo que sabe. Y si Monfils no juega bien, mejor. Es cierto que Rafa ha estado un tanto irregular, pero es normal después del parón. Le falta ser más consistente. Y recuerda que además, las cosas se magnifican. Por ahora Rafa sólo ha entregado un set, y lo mismo pasa con el resto de cabezas de serie. Esto del te nis no es tan fácil como lagente se piensa. A los buenos también les cuesta lo suyo.
Un júnior estadounidense ejerció de 'sparring' de Rafa en una practica de apenas una hora a un ritmo tranquilo. El tenista, Toni Nadal, Rafa Maymó (fisioterapueta) y Carlos Costa (mánager) aprovechan un prolongado descanso y la conclusión del entrenamiento para conversar con relajo absoluto mientras presencian cómo Andy Murray y su amplio equipo técnico juegan al fut-tenis.
Estoy en octavos, el trabajo ya está hecho, advierte Nadal, cuartofinalista en Montreal y semifinalista en Cincinnati. Estoy aquí, estoy jugando y feliz de estar jugando. Vengo de dos meses de parón, he hecho cuartos y semifinales, y aquí he perdido sólo un set. Estoy feliz de estar como estoy, subraya el de Manacor.
Está centrado en lo que resta de curso, pero ya ha hablado de hacer una intensa pretemporada, entre la final de la Copa Davis (España presumiblemente batirá a Israel) y su marcha, el 30 de diciembre, a los Emiratos Árabes para abrir el ejercicio 2010.
Pero esta noche, horario neoyorquino, sólo tendrá ojos para el francés Gael Monfils, quien también podría hablar de lesiones. Entre Montecarlo y Roland Garros permaneció de baja por problemas en la rodilla derecha, una articulación que viene quejándose regularmente desde su etapa sub-18.
Sé que está tocado como también que si juego agresivo puedo ganarle. Ya lo hice una vez, explica el francés, que derrotó a Nadal a principios de año, en Doha, aunque después cedió en Rotterdam.
Los ojos de la gente estarán puestos en la pelota, aunque también en cada mueca de Rafa que pueda dar síntomas de preocupación. Su servicio, por las abdominales, será escrutado 'on line'. A los cracks se les mira con lupa