El mercado de verano bajó la persiana el pasado lunes y con ello la posibilidad de que el Futbol Club Barcelona incorporara a algún futbolista más de cara a esta temporada 2009-2010. Pero que se cerrara el periodo de contrataciones no quiere decir que la maquinaria azulgrana se dé por satisfecha con lo que hay y no piense en futuras incorporaciones, sin ir más lejos durante el mercado de invierno. Es el caso de Robinho, un futbolista muy del agrado de Pep Guardiola que ha estado sonando durante todo el verano como posible refuerzo y que por diversas circunstancias, fundamentalmente de tipo económico, no ha terminado por formar parte de la disciplina culé.
Contactos constantes
No pudo el Barça ficharlo ahora pese a que lo intentó hasta el último momento (representantes de ambos clubs se vieron tanto durante la disputa del Trofeu Joan Gamper en el que participaron ambos equipos el día 19 como con motivo de la presencia del Barça en Montecarlo para jugar el día 28 de agosto, tres antes del cierre del mercado) pero no lo pierde de vista. No es descartable que exista una nueva ofensiva en un par de meses, aprovechando que el status del jugador en el Manchester City ha caído por la fría relación que mantiene con el técnico del conjunto inglés, Mark Hughes, quien además ha visto cómo se le reforzaba el equipo con el fichaje de nada menos que tres delanteros (Adebayor, Tevez y Santa Cruz). En estos momentos, Robinho no cuenta prácticamente para su entrenador y de mantenerse esta situación en los próximos compromisos está claro que el escenario ideal tanto para el Manchester City como para el jugador sería el de buscarle una salida.
Pep Guardiola, 'enamorado' del futbolista brasileño, le abriría los brazos muy gustosamente siempre que las condiciones económicas se ajustaran a lo que el Barça quiere. A favor de que esta llegada pueda producirse juega el hecho de que el propio secretario técnico azulgrana, Txiki Begiristain, anticipara que es probable que pueda haber alguna incorporación durante el mercado invernal, más aún si durante este primer tramo de la temporada se llega a constatar, como así parece, que la plantilla azulgrana es corta.
Otro argumento que apunta directamente a Robinho como objetivo a tener en cuenta es la necesidad que se ha apuntado varias veces de reforzar el extremo izquierdo. Ribéry fue siempre la primera opción, pero visto que el posible fichaje del francés se torció de forma irremediable con la irrupción millones en mano de Florentino Pérez, los objetivos se fueron derivando hasta llegar al brasileño, que además cuenta con una ventaja respecto a otros. Podría disputar la Champions League, ya que no juega esta competición con su actual club, el Manchester City.
La posible contratación de Robinho tendría también un componente anímico de rivalidad que le daría cierto empaque de cara a su relación con la afición barcelonista. Y es que el brasileño es un ex jugador madridista que fue despreciado por los entonces dirigentes merengues. Si triunfara en Can Barça sería todo un golpe