El hombre que no deja huecos

FC BARCELONA

Si juega como habla, seguro, aplomado, reflexivo y respondiendoatodo sin fisuras, será un crack

El espigado central que ayer habló ruso para sentirse más suelto y comunicativo, habla un inglés muy correcto, según Txiki, quiere hablar catalán, luce el 21 de Luis Enrique y le gustaría jugar en el Camp Nou como el elegante Laurent Blanc. No está mal.

Si pasará por el estilista es algo que algunos consideran urgente pero que, desde el punto de vista futbolístco no es ni secundario. Allá él. Mejor que conquiste antes al barcelonismo por su fútbol, aún ignoto, que por su imagen.

Si algo transmite, indudablemente, es tranquilidad, aplomo, seguridad y serenidad. Respondió después de pensar bien la respuesta y ofrecerla sin dejar huecos, una intención que también se le exigirá cuando salte al campo en la próxima jornada de Liga. En la Champions, seguro que no.

Si es afortunado, salta a la vista. Firmar por el Barça con 22 años, procedente del Shakthar Donetsk, el equipo más respresentativo de esa dura tierra de mineros, no es como para pensar lo contrario, sobre todo si alguien como él ve cumplido el sueño de acabar en el mejor equipo azulgrana de todos tiempos, expresamente reclutado por el propio Guardiola, el técnico de la leyenda del Barça-Five.

Otra cosa es que su presentación estuviera salpicada de pequeños contratiempos. El primero, su nombre mal escrito en los dos grandes paneles habilitados en la Sala París, donde ponía 'Chygrinskiy'. Fue su propio hermano, Viktor, su único agente aunque otros hayan querido pegar un mordisco al pastel, el que se dio cuenta nada más entrar. Laporta, rápido en el área mediática, lo arregló en el momento de enseñar la camiseta: “Este es el nombre”, dijo. Luego, el pequeño fallo en la toma de sonido de la sala que obligó a un doble 'replay' de la presentación por parte del presidente. “Véis como es mejor que llegue tarde...”, bromeó paciente. El vídeo que proyectaron tampoco fue como para ganar la Champions y encima empezó a llover en el mismo momento que pisó el césped del Camp Nou para los fotos.

Recibió a aplausos, eso sí, pero muchos de aficionados del Sporting que en ese momento hacian el 'Tour' del Camp Nou. Sin que se lo pidieran besó el escudo. Y se fue. Hoy vuelve a Ucrania para ir con su selección. Suerte. No fue un acto de muchos directivos, Rafel Yuste, Joan Boix, Jacint Borràs y Sala Martín, que se retrasó un poco. Controlando, Manel Estiarte

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