A Mino Raiola sus detractores le llaman 'il pizzaiolo' (pizzero), no porque su oronda figura evoque noches enteras tomando pizza sino porque se inició en el negocio de la representación de jugadores en la pizzería de su padre, en Harleem (Holanda), donde había emigrado la familia. A Carmine todos le llaman Mino, incluido Dennis Bergkamp, su primer gran traspaso, curiosamente al Inter. Raiola, que mantiene familia en Nocera Inferiore (Italia), empezó a dominar el mercado holandés y se hizo con una cartera importante de futbolistas, a los que representa de maravilla.
Una prueba de la profesionalidad de Raiola es que en plena negociación con el Futbol Club Barcelona y cuando todos sabían que el club tenía un problema con Samuel Eto'o, se plantó diciendo que Ibra no sólo tenía que cobrar más que en el Internazionale de Milán sino que además debía ser siempre el jugador mejor pagado de la plantilla.
Mino fue más allá. Cuando consiguió los 9 millones de euros más incentivos, pasando a ser el jugador mejor pagado en fijo de la plantilla, exigió una cláusula en el contrato de Zlatan con el Barça que le asegurase cobrar un euro más que Messi, es decir, que si le mejoraban el contrato a Leo el suyo fuera automáticamente mejorado.
La respuesta del Barça fue inmediata: 'no' rotundo. El club se negó desde el primer momento y Raiola no insistió porque en el fondo sabía que no tenía sentido. Leo Messi es el líder del equipo, el auténtico número uno, y el club tiene clarísimo que debe ser el jugador mejor pagado.
Raiola jugó sus cartas, forzó al máximo y sacó un fantástico contrato para Zlatan que no sólo no renunciaba a su millonaria ficha en el Inter sino que incluso la mejoraba y además con incentivos que le pueden asegurar unos ingresos impresionantes. Además, Zlatan tenía lo que quería: jugar en el Barça. El sueco sabía que si quería aspirar al Balón de Oro tenía que brillar en un equipo como el azulgrana, que adora el balón y enamora con su fútbol. Además, había llegado el punto justo de cambiar de país después de cinco años jugando en la liga italiana.
En las próximas fechas, el Barça renovará el contrato de Leo pero no tocará el de Ibrahimovic. Si marca más goles que Eto'o y consigue ganar la Champions en el Bernabéu, su cuenta tendrá tantos ceros que Raiola no recordará que un día se atrevió a pedir un contrato con un euro más que el de Messi. Esta petición, incluso para un pizzero, es demasiado atrevida