El Atleti encara la 'Emirates Cup' con dos incógnitas a desvelar. La primera de ellas es la de conocer su verdadero nivel ante uno de los transatlánticos europeos -el Arsenal-. La otra, la más urgente, desvelar el actual momento del funcionamiento defensivo después de que el Atlético 09-10 haya vuelto a manifestar problemas en este aspecto.
De hecho, el cuadro rojiblanco llega a la capital inglesa con seis goles encajados en sus tres últimos partidos disputados -Benfica, Ajax y Sunderland-. Ante el Benfica se venció 1-2; frente al cuadro holandés se empató 3-3 y contra el equipo inglés se cayó derrotado 2-0. En esas tres citas, el equipo de Abel apostó, sobre el césped, por una defensa adelantada y presionante. Una apuesta arriesgada que necesitará que los centrocampistas cierren cualquier opción de pase, y que los laterales ayuden a los centrales a minimizar los huecos. La falta de acople y los errores individuales fueron los puntos de fuga en esos choques.
Durante los entrenamientos realizados durante la semana en el Cerro del Espino se pudo ver a un Abel Resino muy insistente con el funcionamiento defensivo del equipo. Tanto es así que el técnico toledano tuvo varios apartes con todos los jugadores defensa en los que insistió en los conceptos antes mencionados, así como en la concentración que ha de estar presente en una concepción como la que se pretende instaurar. Abel ya trató de ponerla en práctica en la temporada anterior pero las urgencias del equipo por meterse en Champions dilataron un proceso que pretende culminar de cara a esta temporada que se avecina. La llegada de Asenjo, Roberto, Juanito, Cabrera o Valera va encaminada precisamente a mejorar el aspecto defensivo del equipo y ponerlo a la par con el ofensivo, destacado y llamativo merced a la gran cantidad de goles que hace este Atleti.
El peso del curso anterior
Sobre el horizonte pesa lo sucedido en la temporada anterior, cuando el Atlético recibió 57 goles en 38 partidos. Es decir que el equipo rojiblanco registró sus peores números defensivos en los últimos diez años. Sólo en la temporada del descenso a Segunda división, la 99-00, se superó esa cifra negativa: se encajaron 64 tantos en ese mismo número de encuentros