El Real Madrid se está reforzando a conciencia, eso nadie puede negarlo. La pegada de Cristiano Ronaldo, la clase de Kaká y el olfato de Benzema le darán un 'plus' de calidad más que evidente a un equipo, el merengue, obsesionado por volver a ser alguien en el mundo tras cinco años sin superar los octavos de final de la Champions. Sin embargo, las nuevas estrellas blancas -que le han costado ya a Florentino más de 200 'kilos'- llegan a Madrid con 'cicatrices' producidas por el Barça. Por muy cracks que sean ya saben que superar al equipo de Pep Guardiola será tarea de titanes. Y lo saben más que nada porque lo han sufrido en sus propias carnes y se han visto arrollados por un vendaval que vestía de azulgrana.
El último partido que jugó Cristiano como futbolista del Manchester United fue un auténtico calvario y los que lo martirizaron no fueron otros que Messi, Xavi, Iniesta, Puyol, Valdés y Eto'o, entre otros. Fue en la final de la Champions, en Roma, donde el Barça le dio un histórico meneo de juego al United.
El portugués creó peligro durante los primeros diez minutos pero fue marcar Eto'o y descomponerse, como todo su equipo. El balón pasaba cerca suyo pero no lo olía. Entre Piqué y Puyol -qué partidazo del capitán culé- se lo merendaron y el guaperas de Madeira acabó tan frustrado que perdió los papeles. En una disputa con Puyol soltó el codo y hasta un jugador tan correcto como Xavi tuvo que llamarle la atención. ¿Pero qué haces, tío?, le espetó el de Terrassa, ante lo que Cristiano se quedó sin palabras ni argumentos.
Aquel partido quizás empujó un poco más a Ronaldo a fichar por el Madrid, eterno rival del Barça, pero también le dejó una marca que no olvidará. Igual que tampoco se le olvida que en su única aparición en el Camp Nou falló un penalti a los tres minutos de partido, en las 'semis' de Champions del año pasado. A buen seguro, el nuevo crack blanco será recibido en el Estadi al 'estilo Figo' aunque,esperemos, sin lanzamiento de objetos ni de cochinillos por el bien de todos.
Tampoco hace tanto que Kaká hincó la rodilla ante el Barça. Fue en 2006, también en semifinales de Champions, cuando el Barça eliminó al Milan. En la ida, los azulgrana ganaron 0-1 con un golazo de Giuly a pase de Ronaldinho en un encuentro en que el Milan siempre fue a remolque. En la vuelta, en el Camp Nou, Kaká pudo equilibrar la eliminatoria en el primer minuto, pero tras quedarse sólo ante Valdés chutó fuera. El fallo le afectó tanto que el resto del partido ni se le vio.
Benzema, por su parte, también ha caído este año eliminado en Champions ante el Barça. En la ida de octavos hubo empate (1-1), pero en la vuelta Benzema y sus compañeros se llevaron un escandaloso 5-2 para Lyon. El francés no marcó en ninguno de los dos partidos. El año pasado, Benzema jugó otros dos partidos de Champions ante el Barça, esta vez de la fase de grupos. A pesar de su calidad, también se quedó a cero