El éxito logrado ayer por el basket azulgrana es el éxito del sentido común. A veces no hacen falta grandes inventos ni ideas milagrosas. Basta con hacer las cosas con cabeza, aprender de los errores y sacar las conclusiones apropiadas.
Los cuatro años anteriores enseñaron el camino... a no seguir. Para empezar, no puede ser que el director técnico (Zoran Savic) y el entrenador (Dusko Ivanovic) caminen en direcciones opuestas. El Barça aprendió la lección y colocó al frente de la nave a dos personas Joan Creus y Xavi Pascual con una notable sintonía en su concepción del baloncesto.
No puede ser tampoco que dejes escapar a tus referentes de presente (Navarro, que se quiso marchar harto de lo que veía a su alrededor) o de futuro (Marc Gasol, que se quiso marchar harto de no jugar). También aquí el Barça ha aprendió la lección: recuperó a su gran emblema de los últimos años de las garras de la NBA e intentó con todas sus fuerzas el fichaje de Marc. No lo logró, pero ejecutó inmediatamente el plan B y se hizo con el mejor pívot que quedaba en el basket europeo, David Andersen.
El Barça también rectificó con Ilyasova, un jugador único al que Ivanovic había conseguido desquiciar haciéndole jugar fuera de su posición. Xavi Pascual recuperó su mejor versión y ahora es difícil encontrar en Europa un 'cuatro' con su versatilidad y posibilidades..
Y de Pascual ya hablaré otro día porque con este último párrafo no tendría suficiente. Su ejemplo es el mismo que ha dado Pep Guardiola esta misma temporada. No siempre la mejor solución es la más cara o la más llamativa. Muchas veces basta con mirar a tu alrededor... y usar el sentido común