Cuenta, quien dice saber del asunto, que el viaje de Massimo Moratti a Barcelona tuvo más relación con el interés italiano por Eto'o que con la llegada de Ibrahimovic al Barça.
El razonamiento de la versión es amplio y tiene condicionamientos deportivos y económicos. Esencialmente económicos, porque nadie duda de que Ibrahimovic es buenísimo y que tiene, además, el perfil Barça que exige Guardiola al delantero centro de su equipo. Ahora bien, el Barcelona ni puede pagar lo que pide el Inter por el sueco - entre 70 y 80 millones - ni puede pagarle a Zlatan los 14 millones que cobra en Milán pese a que, en España, la carga fiscal para el jugador es considerablemente más baja. Aún así, para igualarle con sus ingresos actuales, el Barça tendría que llegar tan arriba que semejante escalada es, hoy, imposible.
Y es que aquí, en el Barça, el tope salarial lo marca Messi. Lógico; si es el mejor del mundo, tiene que ser el que más gane... pero ocurre que Leo no gana, ni de lejos, lo que cobra el delantero del Inter. Y tampoco lo ganará, dentro de muy poco, cuando culminen las negociaciones que ya mantienen Begiristain y Jorge Messi para concretar, de manera inmediata, la mejora que se le ha prometido al argentino.
Estamos hablando, no de ampliar, sino de mejorar el contrato, que expira en el 2014. Tampoco se subirá la cláusula de 150 millones. De lo que se trata es de concretar un ascenso notable, que situará a Leo por encima de los 9 millones (brutos) por temporada. Y sobre los variables una cifra imponente - y más si el Barça sigue ganando títulos - que no permite tener otro futbolistas en circunstancias similares y, mucho menos, superiores.
Esta situación, que complica casi de manera irreversible el fichaje de Ibrahimovic, multiplica por contra las opciones de Diego Forlán, el 'Bota de Oro' del Atlético. Un 'nueve' de prestaciones deportivas incuestionables y de pretensiones económicas razonables. Tanto es así que el interés del Barcelona por el artillero uruguayo no tiene dependencia ninguna con la continuidad de Eto'o. Siga o no siga el camerunés -cuyo caso va a ser duro tanto si se va como si se queda- el Barça tratará de fichar a Forlán. Entre otras muchas cosas porque aporta cosas que le faltan al tricampeón. Por ejemplo, ese disparo desde fuera del área que Forlán tiene, con ambas piernas, y que puede desatascar más de un partido de los setenta y tantos que habrá que jugar el año que viene