Guardiola enamora. Con sus conocimientos pero sobre todo con la brillantez y la pasión con que los transmite. Durante toda la temporada en el vestuario azulgrana, lleno de estrellas, y ayer ante los 150 jóvenes técnicos canarios inscritos en el IV Clinic de Entrenadores de Fútbol que organiza Valero Rivera y que sueñan con dirigir algún día en Primera División. Fueron dos horas, una teórica y una práctica sobre el césped del campo municipal de Yaiza, de auténtico privilegio, en las que Pep desveló toda su filosofía futbolística y algunas de las claves del triplete azulgrana. Como siempre, con humildad: He llegado aquí a Lanzarote como un ganador, con tres títulos, pero no penséis que lo que ahora os diga Pep asegura el éxito. No he venido a descubrir nada ni a contar ningún secreto, sino a transmitir lo que he aprendido tras millones de charlas con otros entrenadores y jugadores que también saben de fútbol, tanto o más que yo. Sólo os pido que no olvidéis nunca que el fútbol es de los futbolistas. Extraordinario, único, 100% Guardiola
El problema no es defender en zona, sino ser pequeños
Pep desveló que fueron mis ayudantes, que son muy buenos, los que el año pasado, cuando entrenaba al Barça B, me convencieron para marcar en zona en las acciones a balón parado. Guardiola se mostró en desacuerdo con la idea de que su equipo ha recibido muchos goles de estrategia: Creo que en el global han sido pocos y marcando al hombre habrían sido los mismos o tal vez más. Nuestro problema es que somos pequeños. Le preguntaron por qué no recurre más a una defensa mixta. Sólo tiré de ella contra Zigic. ¿El Chelsea? Sí, pero ¿a quién marcas? ¿Drogba? ¿Terry? ¿Ballack? ¿Ivanovic? Es una opción cuando hay un especialista, no cuando el rival es mejor en general. Pep admitió que a veces la defensa zonal provoca pasividad, pero para eso hay un entrenador, para que esté encima
Al jugador tienes que darle permiso para que la 'cague'
La conferencia de Guardiola llevaba por título 'La recuperación del balón' y el técnico la dividió en dos fases: cuando el rival inicia una jugada o cuando tu equipo pierde el balón mientras ataca. Pese a ser un referente del fútbol ofensivo, Pep da una enorme importancia a la presión. Un equipo ganador es el que aprieta desde el primer defensa hasta el último delantero. Tiene que morder el que está más cerca del balón, pero también el que está en el otro extremo. Si no, mueres, comentó. Guardiola pasó imágenes de los partidos en el Camp Nou ante Olympique y Bayern: Mirad cómo aprieta Leo. Y Samuel. Va al lateral, pero no llega. Va al central y tampoco. Pero sigue hasta el portero, que lo rifa y el balón ya es nuestro. Para Pep, la organización defensiva es clave para el éxito ofensivo: Al jugador tienes que darle permiso para que la 'cague'. Que no dude en jugársela, que si la pierde los otros diez echarán una mano y la recuperarán. Añadió también que para su equipo quiere jugadores que cuando pierden el balón no se lamenten o recriminen un mal pase y sí que se activen y roben el balón. Y finalmente negó que esta presión suponga un desgaste físico exagerado: Bien colocados, son esfuerzos de apenas cinco metros
El balón lo ordena todo; ante el ManU al principio ni lo vimos
Guardiola explicó los motivos de su obsesión, e históricamente la del Barça desde los tiempos de Johan Cruyff y el 'Dream Team', por la posesión de la pelota. Al final, el balón lo ordena todo. Tú tienes el equipo desordenado y si logras encadenar cinco, seis, siete pases seguidos el equipo se junta y está mucho más preparado para defender si se pierde el balón, comentó Pep, que puso como ejemplo la reciente final de la Champions. Los primeros diez minutos ni lo vimos y la verdad es que Cristiano Ronaldo podía haber abierto el marcador con alguna de las ocasiones que tuvo. Mi única preocupación en el banquillo era hacer tres o cuatro pases seguidos para cambiar la dinámica del partido. Lo logramos, y además con la suerte de que marcamos el 1-0. Guardiola también admitió que esos tres o cuatro pases, con jugadores como Xavi e Iniesta, son mucho más fáciles de lograr que en cualquier otro equipo; no lo pierden nunca
¿Los vídeos? Marcar a Beckham o Cristiano nada tiene que ver
Guardiola justificó las incontables horas que esta temporada ha permanecido en su despacho de la Ciutat Esportiva viendo vídeos de los rivales. En el deporte de elite, con tanta igualdad, los detalles pueden ser decisivos. El concepto de juego es importante, pero más conocer las virtudes del adversario. Para un lateral izquierdo, no es lo mismo marcar a Beckham que a Cristiano Ronaldo. No tiene nada que ver. Y como entrenador tienes que decirle a un defensa qué es mejor, marcar de cerca a su extremo porque la pone donde quiere o darle metros porque lo suyo en el regate por velocidad. Guardiola admitió que son muchos los detalles que cambia en cada partido en función del rival y citó varios ejemplos: En los córners en contra normalmente dejamos tres tíos arriba. Pero como a Unai (presente en la conferencia) le gusta jugar dos contra uno en corto, contra el Valencia bajamos los once a defender
El aburrimiento cansa más que diez entrenamientos
Al técnico le preguntaron por la novedad de eliminar las concentraciones en los partidos del Camp Nou y viajar el mismo día en los desplazamientos: Es para evitar el aburrimiento. Llegas por la tarde, cenas y tienes la noche y un día entero por delante para no hacer nada. Yo pienso que el aburrimiento cansa más que diez entrenamientos. Pep explicó que los jugadores lo recibieron muy bien, les gustó la idea y por eso la mantuve todo el año.
Cenas individuales
Guardiola apuntó que una de las claves para llevar un vestuario de primer nivel pasa por llegar a la persona y eso lo consigues tratando a cada uno distinto. Pep explicó que la filosofía transmitida este año es la misma que en el Barça B, pero las formas han sido distintas. ¿Por qué? A los chavales les puedes hablar directo, pero con los profesionales hay que vigilar. A alguno le puedes recriminar algo delante de todos, pero con otros tienes que hacerlo en privado y llevártelo a cenar