Pep Guardiola se dejó ir. Por fin. Apareció en la sala de prensa con su inseparable Manel Estiarte, que no paraba de recibir felcitaciones, entre ellas las de la pareja del técnico, Cristina, una de las grandes sufridoras de la temporada por las incontables horas que Pep se ha dejado en la Ciutat Esportiva. A Guardiola, siempre prudente en cada una de sus conferencias de prensa, no le quedó otro remedio que asegurar que ésta es la mejor temporada de la historia del club, aunque acto seguido matizó: Pero aún no somos el mejor equipo de la historia. Pep sí pasará a la historia: es el tercer entrenador más joven que gana la Copa de Europa, el más joven desde que es Champions y el primer catalán.
Guardiola, que aseguró ser muy feliz, remarcó que éste es un triunfo de todo los jugadores, de todo el equipo, de todo el club y de toda la afición y se mostró deseoso de regresar pronto a casa para celebrarlo con todos los que no han podido estar aquí con nosotros, que lo merecen todo.
Pep se deshizo en elogios hacia su equipo, pero con algunos se detuvo especialmente, como el caso de Messi. Hay muchas razones por las que hemos llegado hasta aquí, pero una, sin duda, es Leo . No sólo por el gol, los goles y las asistencias, sino porque desde el primer día ha vivido para hacer algo grande, indicó Guardiola, quien de forma contundente aseveró que es el mejor del mundo y supongo que ya están inscribiendo su nombre en el Balón de Oro. Aunque a mí no me hacía falta que ganara la Champions para saber que es el mejor.
También se refirió a Iniesta, que jugó 'tocado'. Suerte que ha llegado justito, porque con el partidazo que ha hecho... Sólo le comentamos que no chutara con la pierna derecha, y no lo ha hecho. En todo lo demás ha estado extraordinario, apuntó el de Santpedor, que se acordó de todos los que han logrado que Iniesta jugara, médicos, fisios, han hecho un gran trabajo. Y, por último, se refirió a Sylvinho,el elegido para actuar como lateral izquierdo. Tengo que sacarme el sombrero con Sylvio, ha jugado poco esta temporada pero siempre ha entrenado con gran profesionalidad, y lo ha hecho muy, muy, muy bien.
Guardiola remarcó que haber ganado al mejor equipo del momento, como el Manchester, da mucho más valor a la victoria. Admitió haber sufrido en los compases iniciales porque nos presionaron más de lo que creía y porque Giggs y Cristiano recibían libres entre líneas, y desveló qué les pidió a sus jugadores en el descanso. Que jugaran como lo han hecho todo el año, que fueran valientes, que no podíamos volver a casa con algo que reprocharnos; al final no hemos perdido nuestra esencia, jugamos al ataque y ganamos un gran partido.
Pep rechazó que ésta Copa de Europa sea más especial para él que la de Wembley porque aquella fue la primera y la primera siempre es muy bonita, y reconoció que yo sólo he recogido la gran herencia que dejaron Cruyff y Charly, ellos son los auténticos padres de esta criatura. Finalmente, bromeó cuando le preguntaron si se iría tras el triplete. Sí, me voy, más no puedo hacer, dijo entre risas. Pep se fue de la sala de recibiendo una cerrada ovación
Gràcies a tu, Pep
“Gràcies, Emili”, “Gràcies, Ricard”, “Gràcies, Chemi”... Antes de la final de anoche, Guardiola regaló la fotografía de todo el staff a cada uno de sus colaboradores, y dedicada de forma personalizada, en otro de sus incontables detalles. Hasta veintitrés veces dio las gracias Pep. Fue un sencillo gesto de reconocimiento a su contribución a un año memorable, similar al del pasado sábado en el Camp Nou cuando pidió una ovación de la grada a sus jugadores.
Guardiola es muy agradecido y ahora todos los que hemos disfrutado del mejor Barça de la historia debemos serlo con él. No sólo por el triplete. También por las horas que le ha dedicado; el espectacular fútbol que nos ha regalado; los valores que ha transmitido, la humildad y el esfuerzo; y por haber unido a todo el barcelonismo alrededor del balón.