La final de culto entre Barça y Manchester United supondrá un monumental homenaje a la cantera azulgrana. Si la recuperación de Iniesta no se tuerce y como el reciclado Touré repetirá de central, Pep Guardiola alineará en el 'once' titular de Roma a siete jugadores (Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Iniesta, Xavi y Messi) formados en las categorías inferiores, algo insólito desde la popular sentencia Bosman (1996).
Hay que remontarse a la final 94-95 de Viena para encontrar un precedente semejante. El Ajax de Van Gaal apareció por el césped del Ernst Happel Stadium también con siete de la casa y acabó venciendo (1-0) con gol de Kluivert. El mejor Barça de la historia tendrá el 27 de mayo la oportunidad de recoger el relevo holandés y dar relieve a La Masia. Será un éxito generacional. Entonces, Josep Lluis Núñez, que bajo su mandato emergieron Puyol, Xavi, Valdés e Iniesta, Joan Gaspart, con Piqué y Messi, y Joan Laporta, con Busquets, sonreirán a la vez.
Históricamente, las finales de la Copa de Europa no han aportado excesiva materia prima autóctona. En Berna-61, el Barça alineó de entrada a sólo dos canteranos, Gracia y Vergés, que procedían del España Industrial, el filial de entonces. Ramallets, que llegó del Europa, y Gensana, del Lleida, no se formaron en las categorías inferiores. Sevilla-86 sólo aportó a Pedraza y Carrasco, como Wembley-92, con Ferrer y Guardiola. En Atenas-94, de doloroso recuerdo, el Barça alineó a Ferrer, Guardiola, Sergi y Amor y en París-2006 jugaron de titulares Víctor Valdés, Puyol y Oleguer. Así que Guardiola puede derribar otro muro al convertirse en el primero que conquista la Champions como jugador y técnico.
Nadie como él para entender una filosofía heredada desde la época de Cruyff. Nada más ocupar su despacho se sacó de la chistera a Sergio Busquets. Sólo un año antes, los dos se pateaban los campos de Tercera buscando el ascenso del filial. Dentro de una semana podrían alcanzar la gloria.
Esta abrumadora mayoría en la final no es una excepción a lo que se ha visto durante toda la temporada. A lo largo de las 36 jornadas de Liga, casi la mitad del Barça (5,5 de media) ha estado formado por personal de la cantera. En siete partidos en concreto, Guardiola alineó de entrada a siete. Una cifra que se eleva incluso a ocho a la conclusión de tres partidos. En ninguno se perdió. El no va a más fue el 2-6 al Real Madrid que ha dado denominación de origen a esta Liga.
La Copa tampoco desmerece. Una media de cinco condujo al Barça a la final frente al Athletic. Dos viveros como Lezama y La Masia frente a frente. Seis jugadores de casa, nada menos. La Copa ha sido el torneo que ha deparado mayor acierto goleador. Más de un 75% de los tantos llevan su firma. Con el doblete en el saco, ya sólo queda la Champions