Medio siglo después de su muerte, Joaquín Blume sigue siendo un referente del deporte español. El gimnasta vio interrumpida su brillante carrera por un accidente de avión que le costó la vida a él, a su esposa y a tres de sus compañeros hoy hace 50 años.

Formado en la Escuela Alemana de gimnasia deportiva, donde su padre impartía clases, Joaquín continuaba practicando en el gimnasio que su padre tenía en la calle Río Rosas con Pàdua y destacó rápidamente. Blume, que pertenecía a la sección de gimnasia del FC Barcelona, logró su primer título de campeón de España a los 15 años. Y a partir de ahí (1949), no tuvo rival y ganó el título nacional consecutivamente hasta que murió (1959). Su gran papel en los campeonatos españoles le hizo debutar en los que serían sus únicos Juegos Olímpicos, en Helsinki'1952, con sólo 19 años.

España vivía una época gris donde el fútbol, como siempre, seguía siendo el deporte rey en una dictadura que carecía de ídolos, de símbolos deportivos, más allá de individualidades como Martín Bahamontes. Hasta que apareció la figura de Blume. Era la gran esperanza olímpica y 'robaba' portadas de periódicos deportivos y del No-Do. Blume era un gimnasta total, ya que entonces se debían dominar todos los aparatos.

El boicot de Melbourne

Acudió al Mundial de Roma en 1954, pero su primer gran éxito internacional llegó en los Juegos del Mediterráneo de 1955. El barcelonés logró 7 oros, un bronce y fue nominado mejor gimnasta del torneo. Se forjaba una leyenda y todos esperaban su actuación en los JJ.OO. de Melbourne, en 1956. Pero España no participó, en protesta por la invasión de las tropas soviéticas en Hungría. Parece ser que fue la mejor excusa para tapar las carencias económicas del momento. Una supuesta coartada que dejó a Blume sin poder luchar por una medalla olímpica la que optaba claramente.

Pero el gimnasta catalán seguía trabajando al margen y su gran recompensa llegó en París. Fue el 19 de octubre de 1957, cuando Blume se proclamó campeón de Europa derrotando al gran favorito, el ruso Yuri Titov, actual presidente de la Federación Internacional (FIG). Blume era reconocido en todo el continente y Europa se entusiamaba esperándole volver a ver en el Mundial de Moscú del año siguiente. El mismo gimnasta estaba ansioso pero siempre se mostraba humilde cuando le preguntaban por el título mundial. “Tú ya sabes que la esperanza es siempre lo último que yo pierdo. He dado ya bastantes pruebas de ello, pero no siempre se puede ganar”, le dijo Blume a Ferran Fornells en una entrevista en El Mundo Deportivo unos días después de proclamarse campeón continental. En 1956 y 1957 fue elegido Mejor Deportista Español del Año en la Gala de MD. La política le dejó también sin ese Mundial, ya que España boicoteó el viaje a la Rusia comunista.

Debía ser la gran esperanza española para los JJ.OO. de Roma'1960. Blume se preparaba a conciencia para ello, pero el 29 de abril España se quedó helada. Blume, su esposa y los gimnastas Pablo Muller, José Aguilar y Raúl Pajares morían en un accidente de avión. La aeronave se estrelló en el Pico del Telégrafo, en la provincia de Cuenca, cuando los gimnastas viajaban a Canarias para ofrecer una exhibición. La noticia dejó en estado de shock a todo el país. En su honor se creó en 1969 el Memorial Blume de gimnasia artística, la competición más antigua de España

Un funeral que movilizó la ciudad

Barcelona despidió a su ídolo. Miles de personas llenaron los alrededores de la iglesia de Santa Ana, en la Plaza de Catalunya, para homenajear a Blume. Fue una manifestación de dolor sin precedentes. Antes de ser enterrado recibió a título póstumo la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de manos de Juan Antonio Elola, Delegado Nacional de Educación Física y Deportes

MD tituló “El trágico destino de un gran campeón”

La hemeroteca de MD recoge la extensa cobertura que en 1959 realizó este diario de la muerte de Blume. La noticia llegó de noche, casi al cierre, y fue recogida en la edición del 30 de abril. Al día siguiente fue el tema estrella, y el 3 de mayo se publicó la información de su funeral