El técnico del Real Madrid, Juande Ramos, ha declarado que el partido contra el Sevilla "es importantísimo, porque cada vez quedan menos jornadas y tal vez los puntos adquieren más valor por esto, y para nosotros el partido es definitivo, o prácticamente definitivo, pero también para el Sevilla, que lucha por un puesto de Liga de Campeones junto con otros equipos". El técnico manchego ha calificado de "injustificable" la agresión de Pepe a Casquero y Albín aunque asegura que "no quería hacer daño a nadie".
Juande ha restado importancia a su recibimiento en Sevilla y ha ironizado "respecto a los 'Juan-dólares', ahí aparece la gracia sevillana, el gracejo andaluz, y a mí me viene fenomenal para el Monopoly, porque así me hago un manojo y me va a venir fenomenal para no tener que ir a comprarlos".
El ex entrenador sevillista ha afirmado que "me encanta ir a Sevilla" y sobre su relación personal con Del Nido, afirmó que es alguien con quien ha trabajado "dos años y medio, de manera excelente"" consiguiendo "objetivos muy importantes para el Sevilla", lo que les ha llevado a una relación "normal, profesional y de máximo respeto". Ramos ha defendido también a una "afición muy caliente que anima con todas sus fuerzas, pero pacífica al cien por cien" a la que no tiene "nada que reprochar" de su tiempo como entrenador.
Juande ha negado que los equipos se "relajen" contra el Barça y afirma que el conjunto azulgrana "es una trituradora, y una apisonadora que pasa por encima de todos".
Sobre Pepe, el técnico madridista cree que el central "pierde la noción de la situación y del tiempo en ese momento, y que es involuntario, no quiere dar patadas al jugador". "Lo que sucede es que pierde la calma y no sabe lo que hace, puede que yo no me haya explicado bien, lo que digo es que creo que se volvió loco y dio patadas, pero que no quería hacer daño a nadie", se justificó antes de asegurar que "dentro del campo hay un léxico, que solo conocen los futbolistas", entendible por "todos" los que han jugado al fútbol, pero incomprensible para mucha gente.
Tras repetir que "no tiene justificación", pero comprende "un momento de locura, debilidad, en el que ha perdido los papeles". "Realmente no me preocupa nada de su ausencia, cada futbolista tiene unas cualidades y posiblemente su sustituto sea mejor que él en algunas cosas, y peor en otras, ya ha pasado otros partidos, se habla mucho de las bajas y es lo que menos me preocupa, mientras tenga once jugadores que poner en el campo y tres para sustituir", analizó el técnico, que cree que para momentos como este "se han fichado jugadores que dan la cara".