Poca broma

CHAMPIONS LEAGUE

Pep recela del papel de víctima del Bayern y quiere un Barça que no especule con el 4-0

Irá con todo para asegurar la semifinal de la Champions, aunque Henry, con fiebre, es duda

Con más de la mitad del trabajo hecho, noventa minutos separan al Barça de su quinta semifinal de Champions de los últimos diez años. Una hora y media de fútbol es lo que tiene el Bayern para buscar una chispa de vida entre sus propias brasas e intentar convertir el Allianz Arena en un infierno para los azulgrana. El 4-0 del Camp Nou, una goleada jamás remontada en la historia de los eurotorneos, representa toda una garantía para el conjunto de Pep Guardiola, quien sin embargo recela del papel ya no de víctima sino más bien de cadáver que ha asumido el conjunto alemán. El técnico barcelonista, sin olvidar que el sábado la Liga vuelve a estar en juego en Getafe (esto es un no parar), prepara un once competitivo que saldrá en busca de la puntilla, en forma de gol rápido.

Los últimos días del Bayern, sobre todo después de lograr un 4-0 ante el Eintracht de Frankfurt, han servido para que el equipo muniqués haya recuperado una esperanza. Mínima, insignificante, muy pequeña, pero esperanza al fin y al cabo. Las horas posteriores a la debacle del Camp Nou fueron como un sepelio. Hoy, ya no. El Bayern está en las últimas y se sabe en la UVI en Europa, pero aún no se siente fiambre.

Con el pretexto de la recuperación de Lucio y Lahm, que teóricamente ha de permitir a los puntas del Bayern centrarse en tareas ofensivas y olvidarse de la defensa, han elaborado la estrategia de 'hacerse el muerto' mientras sueñan con un gol rápido que despierten la fiebre en las gradas.

Guardiola, que no podrá sentarse en el banquillo por la sanción que le ha impuesto la UEFA por la 'gracia' del señor Webb, sabe que no hay que fiarse. Lo advirtió tras el partido del pasado sábado ante el Recre: “Yo estuve en Kaiserslautern”, en referencia a la eliminatoria de octavos de final de la Copa de Europa 91-92, cuando a pesar de traer a Alemania un 2-0 de la ida el Barça de Cruyff (futuro 'Dream Team') se vio eliminado con un 3-0 y tuvo que recurrir a la épica para clasificarse 'in extremis' gracias a un cabezazo de Bakero.

Pep puede dar descanso a algún titular, pero recela del Bayern, sobre todo de las jugadas a balón parado, y no saldrá a especular. El Barça, que llegó ayer a mediodía a Múnich, donde fue recibido por cerca de un centenar de aficionados, y se entrenó por la tarde en el escenario del encuentro, buscará ese gol que dicte sentencia. Eto'o, que descansó ante el Recre, tiene plaza garantizada en el once inicial, aunque Thierry Henry, que ayer no se entrenó por estar con fiebre, puede ser baja.

Lo que está claro es que habrá algún delantero titular en el banquillo. Pero no en la grada, si Guardiola puede evitarlo. Leo Messi ya fue suplente en la vuelta de la semifinal de Copa ante el Mallorca, en que el Barça llevaba un 2-0 de la ida, y al final su concurso fue necesario.

Txiki Begiristain, antes de salir de Barcelona, recordó que “nuestro equipo tiene equilibrio, marca goles y le marcan pocos, tenemos que salir a practicar nuestro juego e intentar marcar un gol que sería prácticamente definitivo”. Txiki comentó que “hay que afrontar el partido con mucho respeto por la competición y el Bayern, que tiene la capacidad para hacer goles”.

¿Volverá Abidal?

También en la medular puede haber rotaciones. Touré y Xavi descansaron ante el Recre, con lo que su presencia es casi segura en el once inicial. Busquets y Keita se disputarían una plaza, con Iniesta situándose como tercer punta. En defensa, es seguro que no juega Márquez, por lo que el tándem Puyol-Piqué será el eje central en un partido que se prevé complicado en esa zona. Alves es fijo en la derecha y la duda está en la izquierda. Abidal viajó y podría ser titular en detrimento de Sylvinho, que jugó el pasado sábado.

Con quince goles a favor y ninguno en contra en los últimos cinco partidos, el conjunto barcelonista llega a Múnich con el depósito de la confianza rebosante y sabedor de que se ha convertido en el centro de atención de la Europa futbolística. Es, sin embargo, consciente de dos cosas: que la recta final de la temporada no será un camino de rosas y que el Allianz Arena puede llegar a ser un infierno.

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