El Bayern, que tras el 'pinchazo' de ayer del Hamburgo recibirá al Barcelona como segundo de la Bundesliga, quiere ser otro con respecto al que naufragó en el Camp Nou. Aunque el esquema de juego no variará en esencia, sí habrá cambios relevantes en la alineación y en el juego pretende ser, salvo que el Barça vuelva a impedirlo, mucho más ofensivo. En clave muniquesa otro paseo azulgrana como el de la primera parte de hace cinco días se antoja inverosímil: nadie quiere darle el gustazo a los Beckenbauer, Hoeness, Rummenigge, Müller, Lattek, Maier y Netzer de volver a implicar que son unas 'nenazas' indignas de llevar la camiseta del club.
Para empezar, el Bayern lucirá mañana 'su' uniforme rojo con franjillas blancas, no el reserva, de color blanco. Además, en Barcelona faltaron el central Lucio y el lateral izquierdo Lahm, dos puntales cuya ausencia restó presencia (y algo más) al equipo. Atrás jugarán Butt -no es probable que Klinsmann lo siente-; Lell u Oddo, Demichelis, Lucio y Lahm; con Lucio a su vera, Demichelis es más y mejor, mientras que el propio brasileño es tan, tan ambicioso que buscará marcar un gol sin descuidar sus labores de marcaje. Y si Lucio contagia carácter ganador, Lahm no será tan 'pardillo' para Leo como lo fue Lell, que cometió un penalti no pitado sobre el argentino y se vio impotente para detener siempre al crack.
Autopista de dos sentidos
Aparte, con Lahm por la autopista izquierda no sólo se transitará en dirección Butt, sino también intuyen que será rumbo a Valdés. Schweinsteiger, que deberá desdoblarse en tareas defensivas, será su escudero a la vez que una segunda arma atacante en dicho flanco. Como Alves, Lahm sabe centrar y, si se tercia, pisar área con peligro.
Por lo que respecta a la medular, que por el empuje blaugrana en el Camp Nou parecía estar superpoblada, tendrá un doble pivote (Van Bommel-Zé Roberto) y dos interiores-extremos (Sosa y el mentado 'Schweini'), Ribéry será un mediapunta escorado hacia la izquierda y en punta jugará Toni.
Rienda suelta a Ribéry
Ribéry no tendrá misión defensiva alguna y podrá cambiar de posición para multiplicar su condición de crack desequilibrante, esa que en Barcelona brilló por su ausencia. Con Lahm y Schweinsteiger por la labor de dar caña, el Bayern confía que en Múnich el internacional 'bleu' sí se salga. También Toni confía en estar más arropado y en recibir balones que rematar. Correr y driblar no va con él, pero finiquitando quiere truncar la actual racha de imbatibilidad de Víctor Valdés.
Pep, desde la Tribuna VIP
En definitiva, el Bayern promete guerra. Con Lucio y Lahm de regreso habrá que atarse los machos. A Guardiola, que tendrá una visión privilegiada desde el asiento en la Tribuna de VIP´s que deberá ocupar por sanción, le quieren hacer pasar un mal rato. El Bayern tendrá -o eso dicen- permuta de posiciones, cargas por banda y un hambre brutal de triunfo.